Un grupo de asaltantes armados han atacado este lunes un campamento militar en Pakistán y han matado a siete personas y herido a otras cinco en la localidad de Wazirabad, situada a un centenar de kilómetros de la capital, Islamabad. Este es el primer ataque de esta índole que se registra en esta región y se han producido tras una marcha de protesta por el restablecimiento de las rutas de suministro a las tropas de la OTAN.
"Al menos siete personas," seis soldados y un policía, "han muerto y otros cinco resultaron heridos después de estar bajo el fuego de los atacantes", ha manifestado un comunicado del ejército, informa Afp.
El ataque ha estado dirigido contra un grupo de soldados desplegados en la zona que formaban parte de un contingente que se encargaba de investigar las circunstancias de un accidente aéreo sucedido el pasado 23 de mayo, añade el comunicado.
Según la nota del ejército, los heridos ya han sido evacuados al hospital más cercano. "No sabemos exactamente cuántos eran los asaltantes, que han llegado en motocicletas y han abierto fuego contra los soldados desde el puente", ha manifestado un oficial del ejército a la misma agencia que ha preferido conservar el anonimato.
"Existen posibilidades de que (los atacantes) pertenezcan a un grupo religioso que trabajar con los talibanes", ha añadido la misma fuente. "El ataque no ha sido reclamado, pero parece que otros que han sido llevadas a cabo por estos grupos", ha agregado.
Las rutas de suministro para la ISAF en Afganistán
En la ciudad de Gujranwala, cercana al lugar, se concentran miles de manifestantes de grupos integristas que están realizando una marcha de protesta por el país contra la reapertura de las rutas terrestres al paso de convoyes de la OTAN hacia Afganistán.
La semana pasada, Washington e Islamabad sellaron un acuerdo para reestablecer del tránsito de las de los convoyes militares de suministro que asisten a las tropas de la ISAF, la misión de la OTAN en territorio afgano. El pasado jueves, varios camiones de suministros llegaron a las regiones afganas procedentes del país vecino, por primera vez en siete meses.
De esta manera se puso fin a la tensión en las relaciones bilaterales entre ambos países, provocada por el asesinato de 24 soldados pakistaníes en un ataque aéreo estadounidense el pasado noviembre.
Desde 2007, las fuerzas de seguridad paquistaníes han sufrido muchos ataques reivindicados por grupos talibanes o islamistas insurgentes. El pasado fin de semana fue uno de los más violentos en Pakistán en los últimos meses tras la muerte de 24 personas en un ataque con un avión espía en las áreas tribales (noroeste) y otras 20 en un ataque sectario en el oeste del país