El Gobierno impulsará la reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para que solo el presidente del Tribunal Supremo, que preside también el órgano de gobierno de los jueces, tenga dedicación exclusiva, y los 20 vocales solo cobren dietas por asistir a los plenos mientras siguen ejerciendo sus respectivas profesiones como magistrados o juristas.
Para ser presidente del Supremo, además, será necesario tener al menos tres años de antigüedad como presidente de sala. En el caso de los vocales ques sean juristas se exigirán 25 años de experiencia, según ha explicado este viernes el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.
Esta son algunas de las principales propuestas del primer informe de expertos sobre la reforma de la Ley del Poder Judicial que ha estudiado este viernes el Consejo de Ministros y que también propone cambios en el sistema de elección de los vocales.
Los expertos plantean que 12 de los 20 vocales del CGPJ sean elegidos por y entre los propios jueces y que solo ocho (no todos como ocurre ahora) sean elegidos por el Congreso y el Senado entre juristas de reconocido prestigio.
El Gobierno presentará en octubre el proyecto de ley para reformar el CGPJ para que esté aprobado en marzo de 2013, seis meses antes de que acabe el mandato del actual consejo en septiembre del próximo año.
El ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, ha señalado que la decisión de que solo el presidente tenga dedicación exclusiva es el "mecanismo más adecuado para garantizar una permanente conexión" de los vocales "con la realidad jurídica y la "máxima eficiencia" del propio Consejo.
Ronda de contactos con la oposición
El ministro de Justicia ha anunciado esta mismo viernes arrancará una ronda de contactos con los partidos políticos para consensuar la reforma. Gallardón ha anunciado que el Gobierno buscará el "máximo consenso parlamentario" a pesar tener la mayoría suficiente para sacar adelante la reforma.
Sería "extraordinariamente positivo", ha señalado el ministro, que la nueva ley tuviera un "amplio apoyo" después de los "acontecimientos de las últimas fechas", en referencia a la dimisión de Carlos Dívar por la polémica de sus viajes pagados con dinero público.
Gallardón ha explicado también que se creará la figura del vicepresidente del Tribunal Supremo que no formará parte del Consejo General del Poder Judicial pero que evitará situaciones de bicefalia como la actual con la marcha de Dívar. En caso de dimisión, será el vicepresidente del Supremo el que asumirá la presidencia del tribunal y del CGPJ.
Actualmente, en estos casos es el magistrado de mayor edad el que asume las riendas del Supremo y en el caso del CGPJ, su vicepresidente.
El CGPJ, sometido a la ley de transparencia
Otro de las propuestas, según informa Efe, es que el CGPJ esté sometido a las condiciones marcadas por la Ley de Transparencia, como el resto de los órganos constitucionales.
Además, el informe plantea también delimitar las competencias del CGPJ a las materias que le atribuye la Constitución relacionadas con nombramientos, inspección y régimen disciplinario, y que otras funciones, que históricamente ha desarrollado, como la actividad internacional sean coordinadas previamente con el Ministerio de Exteriores.
También se prevé reducir el número de comisiones del Consejo, limitándolas a tres -Permanente, Disciplinaria e Igualdad- y modifica el sistema de mayorías necesario para la aprobación de los acuerdos, que será mayoría simple en la generalidad de los casos, reservando la reforzada para los asuntos de mayor relevancia.