Los tres candidatos con más posibilidades para ocupar la presidencia de México concluyeron este miércoles su campaña electoral con mítines multitudinarios.
El candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, favorito en las encuestas, reunió a sus seguidores en Toluca, en su feudo del Estado de México, que gobernó entre 2005 y 2011.
Allí ha prometido seguridad y crecimiento económico para combatir la pobreza. "Queremos recuperar el crecimiento económico en una ruta de paz y de seguridad", ha declarado Peña Nieto.
Peña Nieto ha insistido en que su partido, el PRI, que monopolizó el poder entre 1929 y 2000, ha cambiado y se ha democratizado.
Por su parte, el candidato del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), Andrés Manuel López Obrador, ha echado el cierre a la campaña ante 450.000 personas en el Zócalo, la gran plaza central de Ciudad de México, donde fue alcalde.
A pesar de los sondeos desfavorables, López Obrador ha afirmado que ganarán la presidencia. "La estrategia de nuestros adversarios no va a funcionar, los que han intentado imponer a Peña Nieto por el marketing y la publicidad", ha subrayado.
Por último, Josefina Vázquez Mota, candidata del oficialista Partido de Acción Nacional (PAN) y primera mujer en optar a la máxima magistratura mexicana, ha elegido el estadio de fútbol de Guadalajara, la segunda ciudad del país.
Allí ha sorprendido al anunciar que, en caso de victoria, propondrá al actual presidente, Felipe Calderón, como fiscal general de la república, el equivalente a ministro de Justicia.
Vázquez Mota ha elogiado la estrategia de lucha antidroga de Calderón, que, según sus críticos, va a costar el poder al PAN. Vázquez Mota, en cambio, ha subrayado su "determinación" para "hacer frente al crimen organizado".