Cientos de miles de trabajadores inmigrantes, en su mayoría del sureste asiático, corren el riesgo de verse sometidos a condiciones de trabajo inhumanas en Catar, según un informe de la ONG estadounidense Human Rights Watch (HRW). De acuerdo con este informe, los trabajadores de la construcción sufren explotación y abusos que equivalen en ocasiones a trabajo forzoso.
Los problemas a los que se enfrentan incluyen tasas de contratación desorbitantes, que pueden tardar años en pagar; la confiscación de sus pasaportes por parte de los empleadores; malas condiciones de higiene y seguridad y el impago de salarios.
Control del empresario
La contratación en Catar funciona bajo un sistema de "patrocinio" que otorga un control excesivo al empresario. Los trabajadores no pueden cambiar de trabajo sin la autorización de sus empleadores y necesitan un “permiso de salida” antes de que puedan abandonar el país. Además, las leyes locales prohiben formar sindicatos o declarar la huelga.
La situación puede agravarse de cara a la celebración del Mundial de Fútbol 2022, que se disputará en el país y para el que se necesitarán construir nuevas instalaciones y estadios.
Los trabajadores extranjeros constituyen el 94% de la fuerza laboral de Catar y en la próxima década podrían llegar alrededor de un millón más.
HRW ha pedido tanto al gobierno catarí como a la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) que se aseguren de que se respetan los derechos de los trabajadores recogidos en la legislación internacional y en las recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).