Zero2Infinity es una empresa situada en Barcelona que está desarrollando la tecnología necesaria para comercializar la experiencia de ascender en globo a unos 36 km de altura, más allá de donde puede llegar cualquier tipo de avión.
Si bien se considera que el límite entre la atmósfera y el espacio se sitúa a unos 100 km desde la superficie de la tierra, a 36 km de altura quedan bajo los pies el 99,5% del aire que forma la atmósfera.
A esa altura se puede disfrutar de unas vistas muy similares a las que se tendría desde el espacio cercano: se aprecia la curvatura de la tierra, el cambio del día a la noche y se pueden ver las estrellas brillando en un cielo negro, incluso a plena luz del día.
Una ascensión de dos horas
Suspendida del globo estratosférico de Zero2Infinity, que es similar a los utilizados en meteorología y con los que numerosos aficionados han fotografiado la Tierra desde grandes alturas, hay una cabina con miradores transparentes y capacidad para cuatro pasajeros y dos tripulantes.
En globo la ascensión no es rápida y trepidante como lo sería una ascensión en cohete u otros vehículos en desarrollo para vuelos privados al espacio y turismo espacial.
Todo lo contrario. El ascenso se prolonga a lo largo de unas dos horas durante las cuales los pasajeros van sentados cómodamente mirando a través de la cristalera de la cabina. Durante ese tiempo pueden desplazarse, cenar o tomar algo, observar la superficie de la tierra o un eclipse o mirar a través de un telescopio.
Ese es el tiempo aproximado que el globo relleno e helio tarda en alcanzar su altura máxima. Una vez alcanzado ese punto la cabina se desprende del globo e inicia el descenso en paracaídas.
Primeras pruebas a escala
A finales del pasado mes de mayo Zero2Infinity realizó las primeras pruebas de vuelo con un modelo de globo a escala del que será el futuro globo comercial.
La ascensión parcial se inició en una pista situada en la provincia de León y el piloto de ese primer vuelo experimental fue un androide llamado “Ironman” procedente de la Universitat Jaume I de Castelló.
Aunque el ensayo no se pudo completar debido al viento, el equipo de Zero2Infinity valora muy positivamente la experiencia y los datos obtenidos durante la prueba. Si todo va según lo previsto la compañía espera realizar sus primeros vuelos tripulados el año que viene y comercializar la experiencia en 2014.