Melissa Bassi tenía 16 años. Esta mañana acudía al centro Morvillo Falcone, un poco antes de lo normal. Tenía que preparar un desfile. A punto de entrar en el centro le ha alcanzado de lleno la explosión de tres bombonas de gas.
Es la víctima mortal de este atentado que ha registrado también diez jóvenes heridas, cinco ya dadas de alta y otras cinco ingresadas.
Tres de ellas están en estado grave. Veronica Capidieci, es quien se encuentra en estado más grave. Tiene el cuerpo quemado, el rostro, los cabellos. Con voz trémula su padre dice que su hija está tirando que no sabe si conseguirá sobrevivir. Hacen falta 24 o 48 horas dice.
Esta tarde ha habido manifestaciones en distintas ciudades italianas para mostrar el rechazo a este acto cruel contra las estudiantes.
En Roma, los ciudadanos se han concentrado en la plaza del Pantheon. En Brindisi, ciudad donde ha ocurrido el ataque, ha tenido lugar la concentración más emotiva.
La hipótesis de la autoría de la mafia se sustenta sobre el nombre del instituto, Morvillo Falcone, esposa del juez antimafia asesinada junto a su marido, el miércoles hará 20 años. También que este sábado ha pasado por Brindisi una movilización antimafia.
Sin embargo, el tipo de artefacto rudimentario, unas bombonas de gas nunca ha sido utilizando por el crimen organizado. Además, la mafia no actuará contra unas chicas de su entorno porque esto provocaría una gran contestación social. El prefecto antimafia recuerda que la mafia local está a la busca de un consenso social y esto sería un acto contra la tendencia.
La posibilidad de crimen anarquista y de venganza personal son las otras que se barajan en un país desconcertado que este sábado ha visto cómo se realizaba un atentado contra adolescentes a la entrada de un colegio.