El nuevo primer ministro interino de Grecia, Panayotis Pikrammenos, es una "eminencia gris", un jurista de claro perfil técnico que tiene el reto de gestionar el país en un momento histórico hasta las elecciones que se celebrarán previsiblemente el próximo 17 de junio.
Pikrammenos es un jurista de 67 años que desde 1976 ha hecho carrera en el Consejo de Estado, el tribunal supremo griego para asuntos administrativos, del que fue nombrado presidente en 2010.
Casado y con una hija, los detalles de su vida apenas eran conocidos hasta su nombramiento fuera de los círculos judiciales, pero son los propios de un profesional de la justicia con una trayectoria intachable.
En su designación el miércoles como primer ministro dio muestras de su humor, al decirle al presidente griego, Karolos Papulias, que su apellido, que significa "amargado" en griego, le hacía la persona adecuada para dirigir el país en esto difíciles tiempos.
Un "amargado" en tiempos de crisis
Nacido en 1945 se educó en una escuela alemana en Atenas y tiene una sólida formación universitaria como jurista y se le considera un experto reconocido en Derecho del Mar. También trabajó en Londres y en París y empezó su escalada dentro de la burocracia estatal en 1976, cuando entró en el Consejo de Estado.
Entre 1992 y 1993, Pikrammenos trabajó como asesor jurídico del entonces primer ministro conservador Konstantinos Mitsotakis, aunque no es militante de ningún partido.
"Espero ser capaz de llevar a cabo mi tarea. Mi Gobierno será puramente de transición, pero nadie discute que el país está en un punto crítico", ha señalado Pikrammenos a los medios locales cuando recibió su nombramiento del presidente. Además, ha explicado que requerirá la "dirección" y los "consejos" del presidente Papulias para "proteger el prestigio del país".
La incertidumbre política debida a la incapacidad para formar Gobierno, por la fragmentación parlamentaria tras las elecciones del 6 de mayo, ha elevado la dudas sobre la continuidad del endeudado país en el euro, lo que ha generado turbulencias en toda la eurozona y ha aumento el ritmo de fuga de capitales del país.
Sin capacidad ejecutiva
Con todo, el nuevo gobierno, apenas tendrá capacidad de decisión en asuntos fundamentales ya que ése es el pacto al que llegaron los partidos políticos del país. "Habrá un Gobierno de transición que no tomará ninguna iniciativa ni en la OTAN ni en la Unión Europea", explicó la líder del Partido Comunista, Aleka Papariga.
Esto puede afectar a la cumbre de la OTAN del próximo 20 y 21 de mayo, en la que se debe discutir la entrada en la Alianza de la república exyugoslava de Macedonia, que Grecia veta por diferencias sobre el nombre del país.
Según informaron los partidos políticos tras la reunión, incluso se barajó la posibilidad de dar continuidad al gobierno saliente, del exbanquero Lukás Papadimos, pero ni él mismo estaba dispuesto, ni esta propuesta despertaba consenso entre las diversas formaciones.