El FMI centra todas sus preocupaciones sobre la estabilidad financiera mundial en Europa y la situación de su banca y prevé que el saneamiento de este sector implique una importante reducción del crédito, estimada en término medio en el 1,7% del PIB de la zona euro.
Es el dato principal del informe semestral sobre estabilidad que la institución ha publicado este miércoles [ver resumen en pdf], que contempla tres escenarios sobre la evolución de la crisis en el continente: uno sin grandes cambios de políticas, un horizonte peor donde no se pongan en marcha las reformas anunciadas y el último, donde los gobiernos sigan las recomendaciones del Fondo.
El primer escenario es el que el FMI ha usado para sus previsiones de crecimiento, difundidas la víspera. En él, los 58 bancos europeos más grandes reducirán hasta 2013 sus balances en 2 billones de euros, es decir, el 7% de sus activos.
De acuerdo con la proyección de base, el impacto en la oferta de crédito en la zona del euro se estima en alrededor de 1,7% (con la economía en retroceso del 0,3% este año y crecimiento del 0,9% el que viene).
En el peor escenario, la contracción del sector casi se doblaría, con un estrangulamiento del crédito que llega a la economía aún mayor, de hasta el 4,4% con respecto a la situación actual, y un impacto negativo de hasta el 1,4% del PIB de la eurozona, con lo que en 2013 no solo no habría recuperación sino que se profundizaría en la recesión.
Signos de "alivio"
El FMI recuerda que se enfrenta a un horizonte muy difícil de prever, pero su mejor escenario no va mucho más allá del intermedio, pues la reducción del volumen total del sistema financiero europeo sería de 1,7 billones de euros y crecimiento del 1,5% del PIB en 2013.
Llama la atención que el FMI dedica casi toda su atención al euro, más incluso que en los últimos años. Por ejemplo, esta cuestión ocupa íntegramente la primera de las dos páginas de su resumen. Con todo, la organización internacional destaca que "las importantes medidas de política económica adoptadas recientemente han aportado cierto alivio" a los mercados.
Igual que sus políticas son muy criticadas por el resultado de sus programas de rescate en países con dificultades, las previsiones del FMI también son controvertidas. Por ejemplo, el informe de abril de 2010, justo antes de que Grecia fuera forzada a pedir el rescate, su informe comenzaba diciendo que, en ese semestre “los riesgos para la estabilidad financiera mundial se han atenuado”.