Repentinamente, mientras los turistas tomaban el sol en Arraial do Cabo, una playa situada a 140 kilómetros al norte de Río de Janeiro, decenas de delfines empezaron a chillar a pocos metros de la orilla. Segundos después quedaron varados en la arena.
La reacción no se hizo esperar. Los turistas acudieron rápidamente al rescate de los cetáceos que habían sido arrastrados por una fuerte corriente marina.
Uno a uno fueron cogiendo a los delfines, que se movían inquietos y asustados, y los metieron en el agua para que pudieran volver mar adentro.
El rescate se realizó en solo cuatro minutos. Tiempo suficiente para que los turistas se convirtieran en los héroes de la jornada y de que un videoaficionado grabara el acontecimiento para subirlo posteriormente a internet.
En solo cuatro días, el vídeo ha convertido en uno de los más populares del momento. Ha conseguido superar el millón de visitas en YouTube y se ha distribuido velozmente a través de las redes sociales.
Según los expertos, este tipo de sucesos ocurren muchas veces en diferentes lugares del mundo. Diferentes grupos de cetáceos, sin aparente motivo, aparecen varados en las playas y acaban muriendo al no poder regresar al agua. Lo que es inusual, aseguran, es captar el momento exacto en el que los animales quedan atrapados en la orilla del mar.
De todas formas, el acontecimiento ha sido calificado como "raro", según publica el diario brasileño O Globo, y "será investigado". Entre las causas probables, señalan, están la contaminación acústica, huir de un depredador o una enfermedad.