El capitán del crucero hundido "Costa Concordia", Francesco Schettino, "no llevaba gafas" cuando se produjo el impacto y por esa razón le pedía constantemente al primer oficial del barco, Ciro Ambrosio, que mirase él el radar.
"Aquella noche Schettino se dejó sus gafas de leer en el camarote y repetidamente pidió al primer oficial del barco que mirase el radar para confirmar el itinerario", ha explicado durante la vista preliminar en Grossetto el abogado de Ambrosio, Salvatore Catalano.
“Se dejó sus gafas en el camarote“
El capitán Schettino había declarado que la formación rocosa que provocó el naufragio del "Costa Concordia" no estaba en sus cartas de navegación. Había asegurado que llevó el barco demasiado cerca de la orilla, pero que él no era el único culpable de lo sucedido.
En defensa del primer oficial del navío, su abogado ha señalado en la vista preliminar que Ambrosio fue el único oficial que ordenó la evacuación antes de que el capitán se decidiera a hacerlo.
Schettino, en arresto domiciliario
El comandante Schettino está en su casa de Sorrento donde sigue sometido a un régimen de arresto domiciliario.
La caja negra desvelará la velocidad, la ruta y las conversaciones que se produjeron en la fatal noche del viernes 13 de enero. Aquel día en que, quizás la arrogancia de un comandante, causó una tragedia y probablemente sus últimas maniobras minimizaron el desastre.
El accidente del "Costa Concordia" ha costado la vida a 32 personas. El mar cuestodia todavía siete de aquellos cuerpos que los servicios de rescate no han sido capaces de encontrar.
El "Costa Concordia" naufragó el pasado 13 de enero cuando viajaba con 4.229 personas a bordo, en aguas de la isla italiana del Giglio, tras colisionar con un escollo.