El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha confirmado que la huelga salvaje del Metro de Madrid de junio de 2010 fue ilegal, aunque el mismo tribunal también consideró abusivos los servicios mínimos que habían fijado las autoridades para esos paros, que afectaron a millones de personas.
En una sentencia fechada el 20 de febrero, el TSJM desestima el recurso de suplicación interpuesto por la representación de los trabajadores contra un fallo del Juzgado de lo Social número 16, que en enero del año pasado declaró ilegal la huelga por incumplir los servicios mínimos decretados por el Gobierno regional.
Este fallo ratifica el fallo del Juzgado de lo Social según el cual el "metro es un servicio de transporte esencial en la ciudad de Madrid, necesario e indispensable para los desplazamientos de los ciudadanos", informan este martes las agencias de prensa. Contra esta decisión cabe recurso de casación y al menos un sindicato ya ha anunciado que seguirá la vía judicial. Por el momento, no se conoce la reacción de la empresa a la noticia ni qué efectos tendrá.
El tribunal rechazaba los argumentos de los sindicatos con representación en el suburbano madrileño (CC.OO., UGT, Solidaridad Obrera, Sindicato de Conductores, Sindicato Libre, Sindicato de Técnicos y Sindicato de Estaciones), el comité de huelga y el comité de empresa, de que en otras ocasiones los servicios mínimos establecidos por el Gobierno fueron anulados por los tribunales por ser excesivos.
De hecho, el propio TSJM declaró nulos con posterioridad los servicios mínimos del 50% fijados por la Consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid para esos paros porque vulneraban el derecho a la huelga y no estaban debidamente justificados.
En declaraciones a Europa Press, el portavoz de CC.OO. de Metro de Madrid, Ignacio Arribas, ha señalado que la última decisión del TSJM es "incoherente" con esa otra, por lo que ha anunciado un recurso.
Los trabajadores de la empresa pública protestaban por el recorte de sueldo del 5% decretado por el Gobierno autonómico (que les equiparó a los funcionarios en esa medida que había dictado antes el Ejecutivo central) y cumplieron en líneas generales los servicios mínimos en su primera jornada, el día 28 de junio.
Pero decidieron tensar el conflicto para las jornadas siguientes, en las que el servicio llegó a quedar completamente interrumpido, lo que causó un caos en la ciudad. La empresa abrió expedientes a 400 trabajadores (algunos de los cuales fueron finalmente sancionados) y tras dos días el suburbano volvió a funcionar. Un mes y varios paros después, la empresa y los trabajadores llegaron a un acuerdo.