Con el paso de las horas y el mismo panorama en las carreteras, la situación en Italia solo puede empeorar. Escasean los productos y donde los hay, salpica la tentación del abuso: tomates a cinco euros el kilo o el litro de gasolina a 2,10 euros son algunas de las denuncias realizadas por los sufridos consumidores italianos que sufren las consecuencias de la tercera jornada de huelga de transporte por carretera.
Los agricultores protestan contra la protesta. La Asociación de cultivadores directos, Coldiretti, ha decidido regalar este miércoles sus productos en diferentes ciudades italianas. Los agricultores pierden 50 millones en cada día de huelga.
El paro finalizará el viernes y, aunque el primer ministro italiano, Mario Monti, asegura que se tomarán iniciativas para terminar con él, pero transcurre el tiempo y todo sigue igual. Desde las primeras horas, la autoridad para la regulación de las huelgas anunció que no se consentiría que Italia una suerte de farwest donde cada uno no respeta los derechos de los otros.
Un camionero muerto tras un atropello, otro arrestado por presunto homicidio culposo y tres más por violencia es el balance provisional del paro del transporte por carretera en Italia.