El jefe de los observadores árabes en Siria remitirá este jueves un informe "decisivo" para la continuación de su misión, muy criticada por su incapacidad para detener la violencia, según ha informado el número dos de la Liga Árabe.
"El jefe de la misión (el general sudanés Mohammed Ahmed Moustapha al-Dabi) va a enviar su informe (...) que será decisivo", ha explicado el secretario general adjunto de la Liga, Ahmed ben Helli.
El sábado se reunirá en El Cairo el comité de ministros árabes para analizar el informe y presentar sus recomendaciones a la Asamblea de la organización panárabe el domingo.
Ben Helli ha adelantado que la Liga "evaluará" la cooperación ofrecida por las autoridades sirias y la existencia de "dificultades concernientes a su acceso a zonas cerradas".
"Dos observadores resultaron heridos en un ataque" y varios coches de la misión "dañados", según ha recordado el diplomático.
Acuerdo en la ciudad de Zabadani
Por otro lado, el Ejército sirio ha retirado sus fuerzas de la ciudad de Zabadani, controlada por grupos armados contrarios al régimen de Bachar al Asad, tras llegar a un acuerdo de tregua.
Según una fuente opositora citada por Reuters, docenas de tanques y vehículos blindados que rodeaban Zabadani (cerca de la frontera con Líbano) desde el viernes han vuelto a acuartelarse en la guarnición, a ocho kilómetros de distancia, y los víveres han vuelto a entrar en la localidad.
"El ataque contra Zabadani puede reiniciarse en cualquier momento. Pueden haberse retirado para reemplazar a los soldados con tropas más fieles", ha explicado desde Jordania el líder opositor Kamal al-Labwani.
El Ejército sirio atacó Zabadani el viernes, después de varias manifestaciones de opositores. Se trató del primer gran asalto desde la llegada de los observadores. Grupos de resistentes armados repelieron a las tropas hasta que el martes se alcanzó un alto el fuego.
Ni las autoridades ni los medios de comunicación sirios han hecho ninguna mención a esta situación. Los observadores árabes pudieron ver las manifestaciones en Zabadani durante un receso en la lucha, según testimonios de residentes que no han podido ser verificados de forma independiente.