Dos atentados han sacudido este martes la ciudad de Kandahar, en el sur de Afganistán, matando al menos a 12 personas, entre ellas cuatro niños.
El primer ataque mortal en el país en 2012 sucedió este mediodía en un control policial en el área de Chini y fue reivindicado por un portavoz de los talibanes. Un suicida que conducía una motocicleta se inmoló y mató a cuatro menores y a un policía, según ha declarado un portavoz del gobernador provincial, Zalmai Ayubi, quien ha añadido que la explosión hirió también a 13 personas, entre ellas seis niños.
A última hora de la tarde, dos explosiones coordinadas acabaron con la vida de al menos siete personas, cuatro civiles y tres policías, y dejaron cerca de una veintena de heridos en los aledaños de un cementerio de la localidad sureña.
"Primero explotó una bomba que mató a civiles y atrajo a la policía. Luego un suicida embistió a los agentes con un vehículo de tres ruedas y detonó una segunda carga explosiva", ha indicado el portavoz del gobernador de Kandahar.
La provincia de Kandahar, en el conflictivo sur afgano, es la cuna histórica del movimiento talibán, y en la actualidad los alrededores de su capital siguen siendo uno de los principales viveros de la actividad insurgente en Afganistán.
Bastión de los talibanes
La ciudad ha sido escenario en el último año de algunos de los golpes más audaces de las milicias rebeldes contra las tropas de EE.UU. y las autoridades afganas.
El atentado es el primero de entidad en Afganistán en 2012 después de que en 2011 se iniciara la retirada gradual de las tropas internacionales y fuera uno de los años de mayor violencia desde el inicio de la invasión extranjera hace ya más de una década.
Dos tercios de las acciones violentas ligadas al conflicto se producen en el este y el sur del país, los principales bastiones de los talibanes y sus aliados, según la ONU.
Los rebeldes tienen como objetivo prioritario a las fuerzas de seguridad afganas, que deben tomar el relevo de las fuerzas extranjeras y asegurar por sí mismas la seguridad del país de aquí a 2014, fecha en la que la OTAN prevé retirar a sus fuerzas de combate.
La violencia aumentó en 2011
El pasado 29 de diciembre diez policías locales murieron por la explosión de una bomba artesanal al paso de su vehículo en la provincia de Helmand, al sur del país.
El pasado lunes un niño resultó herido en otro atentado suicida en Jalalabad, al este, perpetrado cerca de un vehículo de las fuerzas de seguridad y una academia de policía en construcción.
Los civiles son de lejos las principales víctimas de los diez últimas años de conflicto en Afganistán. Según la ONU, la violencia ha aumentado aún más en 2011 pese a que 2010 era ya, con 2.777 muertos, el año más mortal para los civiles desde 2001.
La ONU, que considera a los insurgentes responsables del 80% de las pérdidas humanas, estima que el número de víctimas civiles ha crecido en torno a un 15% en los primeros seis meses de 2010.