El presidente surcoreano, Lee Myung-bak, ha aprovechado su mensaje de Año Nuevo para lanzar una advertencia a Corea del Norte: Seúl responderá con "firmeza" a cualquier provocación de Pyongyang, aunque está dispuesto a mejorar las relaciones con el régimen norcoreano, liderado ahora por Kim Jong-Un, hijo del fallecido Kim Jong-Il, quien gobernó el país durante 17 años.
"Vamos a responder con firmeza si se nos provoca", ha apuntado Myung-bak, para después agregar que "nuestro principal objetivo es la paz y la estabilidad en la península de Corea. (...) Podemos abrir la puerta de una nueva era en la península coreana si Pyongyang demuestra sinceridad", recoge la agencia France Press.
Cuando dice que responderá "firmemente" si Pyongyang vuelve a hacer provocaciones, Lee Myung-bak hace clara referencia a los ataques al buque Cheonan y la isla de Yeonpyeong en 2010. Seúl culpa a Corea del Norte de aquellos ataques, que dejaron decenas de muertos en las filas surcoreanas y elevaron al máximo la tensión entre las dos Coreas a finales de 2010, aunque en 2011 ambas partes relajaron sus posturas.
El presidente de Corea del Sur también ha mostrado su esperanza de que este año marque "un punto de inflexión" a la hora de resolver el asunto nuclear de Corea del Norte mediante la reanudación de las conversaciones a seis bandas, informa Efe.
Las conversaciones a seis bandas --en las que participan las dos Coreas, Estados Unidos, China, Rusia y Japón-- es un proceso que trata de frenar las ambiciones atómicas de Pyongyang, pero que, sin embargo, se encuentra estancado desde 2008.
Las partes implicadas en las conversaciones llevaron a cabo en 2011 diversos encuentros orientados a retomar el proceso, pero ninguno de ellos se saldó con acuerdos concretos.
Pyongyang sostiene que mantendrá sus políticas
El mensaje de Seúl llega después de que el pasado día 30 de diciembre el régimen totalitario hiciera su primera comunicación oficial tras la muerte de Kim Jong-Il, en la que advertía a Corea del Sur y a "otros políticos necios de todo el mundo" que no esperen un cambio en sus políticas.
Además, Corea del Norte ha confirmado en su mensaje de Año Nuevo su intención de mantener las políticas de línea dura impulsadas bajo el liderazgo de Kim Jong-Il y ha instado al Ejército y al pueblo a seguir y defender al nuevo "líder supremo" Kim Jong-Un.