El año 2011 empezó con la entrada en vigor de una ley que parecía poner una losa más sobre la hostelería. La llamada ley antitabaco prohibía fumar en recintos cerrados públicos, entre otros lugares. Menos clientes -los fumadores-, menos consumo, menos ingresos, menos empleo es la asociación que hacían los hosteleros, centrándose en un análisis puramente empresarial.
Sin embargo, según los datos Seguridad Social, los afiliados en el sector de la hostelería en el regimen general en noviembre son 931.975, un 7,22% menos que en octubre, pero un 1,55% más (14.261 trabajadores) que en noviembre de 2010. En el caso de los autónomos, 320.212 afiliados, cayeron un 1,22% con respecto al mes pasado y un 0,11% (342 personas) con respecto al penúltimo mes de 2010.
Con todo, un año después, la Federación Española de Hostelería (FEHR)sigue calificando la medida elaborada por Sanidad y aprobada por el Congreso de los Diputados como "negativa". Asegura José Luis Guerra, adjunto a la presidencia de la FEHR, que no está convencido de que haya habido repercusión en la salud pública, en que hayan caído el número de fumadores. Lo que sí certifica es la caída del negocio.
La repercusión en el empleo de la Ley de Medidas Sanitarias Frente al Tabaquismo (.pdf) , una de las consecuencias evidentes para los hosteleros, se ha visto atenuado, según José Luis Guerra, por un año benigno en lo climatológico, que ha permitido alargar hasta la llegada del invierno la vida útil de las terrazas, nexo entre el bar y la calle, donde se fuma al aire libre.
Los pequeños negocios no quieren perder la licencia
Guerra admite que la crisis económica también difumina la traslación directa de caída del consumo en bares, restaurantes y cafeterías y "el impacto de la prohibición absoluta y radical" que supuso la ley antitabaco. Pero asegura que los daños para el sector son incluso mayores que lo que reflejan el número de personas que han perdido su empleo, porque los negocios pequeños, los que más han sufrido asegura, permanecen abiertos "con uñas y dientes".
Son autónomos sin cobertura por desempleo, que deben seguir pagando sus locales y que no puede permitirse perder su licencia. Es el perfil que trazan en la FEHR. "Hasta que el banco no les eche, allí se quedarán porque la mayor ruina es echar la persiana", asegura Guerra.
Las cifras les dicen que enlazan 41 meses de pérdidas mes tras mes, con la única excepción del mes de agosto de 2011. En el cuarto mejor año del turismo en España, la hostelería sigue cayendo.
Guerra matiza, esperan los datos de este cuarto trimestre para hacer una estimación definitiva. Aventuran que las cifras podrían devolverles al escenario de los primeros tres meses del año, cuando más cayeron sus ingresos.
Un 80% de los negocios pierden ingresos
Según los datos que maneja la Federación, más de un 80% de los locales han visto reducidos sus ingresos, un 17% los han mantenido y solo algo menos de 3% los han mejorado.
Hosteleros y médicos esperan datos concluyentes del Ministerio de Sanidad. Las organizaciones de Consumidores también. Pero según sus datos, la ley ha sido bien aceptada por la ciudadanía, un 65% está de acuerdo, un 26% de los fumadores, y la repercusión en los establecimientos no fue tan negativa en los primeros cien días de la aplicación de la normativa.
Un informe publicado en abril de 2011 por la OCU indica que el mayor grado de incumplimiento se da en los parques infantiles, recinto abierto pero sujeto a prohibición, con un 44%. Mientras en los establecimientos de restauración solo se da en el 2%, y en las discotecas en un 24%. Por su parte, FACUA asegura que se han recogido 3.000 denuncias en España por el incumplimiento de la ley.
En España, 600.000 personas han dejado de fumar desde la entrada en vigor de la ley antitabaco el pasado 2 de enero, según el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo.
Esperanza en el Partido Popular
El actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, deslizó durante la campaña una posible modificación de la ley. No obstante durante su tramitación parlamentaria el Partido Popular planteó una enmienda a la normativa desarrollada por la exministra de Economía y ex de Sanidad, Elena Salgado.
Quería el PP una ley más flexible en la gestión de espacios sin humos en los establecimientos, en los que no pudieran entrar ni menores ni empleados, reservando un 70% del local a los no fumadores.
Definitivamente no se aceptó la enmienda, porque el PSOE encontró el apoyo de Izquierda Unida para sacar adelante una ley avanzada o restrictiva, según quien la valore.
La misma dicotomía se produce a la hora de augurarle un futuro a la regulación antitabaco con un nuevo gobierno. Las palabras de Rajoy en campaña y las de Soraya Sáenz de Santamaría les dan esperanzas a los hosteleros de restaurar espacios con humo.
De momento, la recién estrenada cúpula de Sanidad ha avanzado que no habrá cambios en la ley. Su objetivo prioritario, han informado fuentes de este Departamento, es preservar la salud de los ciudadanos.