El Gobierno griego de unidad nacional liderado por Lukás Papadimos ha vivido este jueves su primera huelga general convocada por los sindicatos para protestar por las políticas de austeridad impuestas. El séptimo paro del año tuvo un seguimiento masivo en ciertos sectores económicos y ha afectado sobre todo a la sanidad y los transportes públicos.
En declaraciones a Efe, un portavoz de GSEE, Stathis Anestis, ha asegurado que la participación en la huelga ha sido de más del 90% en la construcción, la industria del acero, los puertos, la marina mercante, los astilleros, las refinerías, Correos y las compañías estatales de telecomunicaciones y gestión de aguas, mientras que una fuente de ADEDY explicó que el seguimiento entre los funcionarios ha sido "grande", pero no quiso dar cifras.
Las escuelas y universidades, así como los tribunales, también estaban llamados a la huelga de 24 horas, pero su participación fue desigual, según Efe.
En los hospitales solo se han atendido los casos urgentes. Mientras que muchas escuelas y universidades han cerrado, informa Reuters, las tiendas y comercios del centro de Atenas han estado abiertos. También ha abierto oficinas bancarias, informa Efe. Eso sí, los turistas no han podido visitar la Acrópolis, cerrada.
Los transportes, de los sectores más afectados
El sector del transporte ha sido el más afectado: el servicio de trenes ha quedado paralizado y los barcos que conectan las islas con la península ni salen ni entran del puerto del Pireo de Atenas, el más importante del país. Según informaron fuentes aeroportuarias, ningún vuelo se ha visto afectado por el paro, ya que el sindicato principal de controladores aéreos y los trabajadores de las aerolíneas han decidido no sumarse a la huelga.
Según informaron a Efe fuentes aeroportuarias, ningún vuelo se ha visto afectado por el paro, ya que el sindicato principal de controladores aéreos y los trabajadores de las aerolíneas decidieron ayer no sumarse a la huelga.
Los transportes públicos de la capital (metro, autobuses, trolebuses y tranvía) han detenido su actividad al principio y al final del día, pero han funcionado el resto del día para permitir a los trabajadores desplazarse hacia las manifestaciones convocadas y que ya tienen lugar en distintos puntos de forma pacífica.
Protestas contra el Gobierno
Bajo una pancarta con el lema "¡Que paguen los culpables (de la crisis) y los evasores fiscales! ¡No nosotros!", miles de manifestantes recorrieron el centro de Atenas hasta concurrir frente al parlamento griego. La policía aseguró que unas 12.000 personas participaron en la marcha y que la mayoría lo hicieron dentro del cortejo del sindicato comunista PAME, mientras que los medios griegos elevan la participación hasta entre 17.000 y 20.000 personas.
“Nos están matando, están matando a los trabajadores y al espíritu griego“
En ellas se han concentrado menos personas que en la anterior convocatoria de 48 horas de octubre. "Ya es suficiente. Hemos salido a la calle para decir que este presupuesto que están debatiendo es un presupuesto de austeridad, un presupuesto de hambre, que no debe salir, ha subrayado Christos Kiosis, un jefe sindical de la compañía de agua de Atenas, a Reuters.
"Nos están matando. Están matando a los trabajadores. Están matando el espíritu griego", ha aseverado Evangelos Routsas, trabajador de 55 años. "Estamos aquí para decirles que no vamos a callar", ha señalado Routsas.
Los principales sindicatos de Grecia -la Confederación General de Trabajadores (GSEE), presente en el sector privado, y la Confederación de Asociaciones de Funcionarios (ADEDY)-, que en total representan a unos dos millones de afiliados, protestan por la reducción de los salarios y las pensiones, los despidos masivos de funcionarios mediante su pase a la reserva, el aumento de los impuestos indirectos y el desempleo.
Primera huelga contra Papadimos
Esta huelga general, la primera a la que se enfrenta el Gobierno de unidad nacional que preside el exbanquero Lukás Papadimos, coincide con un Consejo de Ministros en el que se decidirá sobre un nuevo proyecto de ley en el marco de las medidas de austeridad exigidas por el acuerdo con Bruselas del 26-27 de octubre.
Gracias a ese acuerdo, la UE decidió otorgar un nuevo préstamo de 130.000 millones de euros a Grecia a cambio de que la banca negocie una quita de aproximadamente el 50% de la deuda helena que posee y de que el Ejecutivo de Atenas lleve a cabo nuevos recortes.
El proyecto de ley, que se presentará con procedimiento de urgencia al Parlamento en los próximos días, incluye diversas medidas como nuevos despidos de funcionarios, recortes de salarios públicos y pensiones y la liberalización de profesiones reguladas por cotas, como los taxis.
Esta semana, después de que el Gobierno y los principales partidos griegos se comprometiesen a aceptar el acuerdo de octubre, el Eurogrupo decidió liberar el sexto tramo del paquete de asistencia financiera al país, de 8.000 millones de euros, acordado en mayo de 2010.