El proyecto Haramain transportará de una manera rápida y segura en menos de dos horas y media a los pasajeros que realicen el viaje entre Medina y La Meca, con parada en Jeddah, a una velocidad superior a los 300 kilómetros por hora.
Todo musulmán debe peregrinar al menos una vez en su vida a la Meca, según los preceptos del Islam. Cada año cerca de dos millones y medio de ellos lo hacen, y, en breve, la tecnología española contribuirá activamente a facilitar este rito.
La alta velocidad española está estos días de enhorabuena. Después de que nuestro país se haya convertido en el que más kilómetros de red de alta velocidad tiene en funcionamiento en el mundo, ahora la firma del contrato para la construcción y explotación de la línea de alta velocidad en Arabia Saudí entre Medina y La Meca ratifica al modelo español en la vanguardia mundial del sector.
Se trata de un contrato que ha de firmarse antes de fin de mes y que supondrá un montante económico cercano a los 7.000 millones de euros.
El consorcio está formado por doce empresas españolas
Para Carlos Palacio Oriol, presidente de Talgo, una de las doce empresas españolas que integran el consorcio adjudicatario, la firma del contrato “supone un hito para la industria y la tecnología ferroviaria española y para la estrategia de internacionalización de Talgo”, en concreto.
El Haramain High Speed Railway será una línea de 450 kilómetros que unirá ambas ciudades a través de un terreno muy similar al del trazado del AVE entre Córdoba y Málaga, aunque habrá algunos tramos totalmente desérticos, que obligarán a implantar adaptaciones especiales al intenso calor y los problemas que genere la arena.
“Se prevé que en los momentos más intensos de peregrinación, que coinciden con estas fechas, la línea transporte a 160.000 pasajeros diarios. “
Todos estos desafíos tendrán que ser superados por los especialistas de las catorce empresas que forman Al Shoula Consortium, de las que doce son españolas: Adif, Renfe, Ineco, Indra, OHL, Consultrans, Copasa, Imathia, Cobra, Dimetronic, Inabensa y Talgo. Dos sociedades saudíes, Al Shoula y Al Rosan completan el conglomerado empresarial.
Es un ejemplo de participación de lo público y lo privado, según señaló el ministro de Fomento, José Blanco, el día del anuncio de la adjudicación del contrato al consorcio.
Blanco destacó que “se trata del mayor contrato de la historia que consigue un grupo de empresas españolas”, y revela “cómo deben colaborar las empresas públicas con las privadas para mostrar que si se trabaja en conjunto en la misma dirección se pueden conseguir grandes retos”.
El proceso de licitación, que Blanco calificó de duro y largo, comenzó hace cinco años dividido en dos fases. La primera correspondía a la obra civil de la plataforma. La segunda, para la fabricación del material rodante, la construcción de la llamada superestructura (suministro eléctrico, catenaria, señalización, sistemas de telecomunicaciones, billetes), la operación y mantenimiento, que se prolongarán a lo largo de los primeros doce años de la explotación de la línea.
Fue en esta segunda fase donde el consorcio español se impuso a los otros cuatro finalistas –uno alemán, otro coreano, uno chino y un ultimo francés, gracias a su oferta técnica de igual calidad pero a un precio más competitivo.
Los trenes serán similares a los que circulan por España
Renfe asume el 23% de la participación en el consorcio, mientras que Adif corre con el 19%. Talgo, que cuenta con una participación del 15,40% fabricará los 35 trenes contemplados en el contrato, con una opción de ampliarlos a 23 más.
Se trata del Talgo 350, conocido como ‘El Pato” y que es el tren de alta velocidad más vendido en España, con una cuota de mercado del 50%, según datos de la compañía. En la actualidad, los Patos circulan en los corredores radiales de Madrid-Málaga, Madrid-Valencia y Madrid-Valladolid, así como en los transversales de Barcelona-Málaga y Barcelona-Sevilla.
También se ha comprometido la explotación y mantenimiento por doce años
Para Jesús Guzmán, consejero delegado de Invensys Rail Dimetronic, la empresa que se encargará del diseño, fabricación, instalación, puesta en servicio y mantenimiento durante doce años de todo el sistema de señalización y control automático del tren, la adjudicación es, en primer lugar, “la ratificación de la excelencia de la tecnología ferroviaria española” y, en segundo, “la entrada en un mercado difícil como es el de Arabia Saudí, que tiene mucho futuro a corto y largo plazo”.
Además, según señala, es un triunfo sobre la competencia de los bajos precios de China. El importe adjudicado a Invensys para la puesta en marcha de los sistemas de señalización y control asciende a 300 millones de euros, a los que hay que añadir otros 185 millones de euros por las tareas de mantenimiento durante doce años.