Estados Unidos y sus principales aliados militares europeos han reiterado sus advertencias a Irán para que ponga fin a su programa nuclear, mientras se filtran a la prensa supuestos planes para avanzar hacia una intervención militar.
Durante una rueda de prensa en el marco de la reunión del G-20 en Cannes, el presidente de EE.UU., Barack Obama, ha hablado de la "amenaza continua que supone el programa nuclear de Irán".
"El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) va a hacer público un informe la semana que viene, y tanto el presidente Sarkozy como yo coincidimos en la necesidad de mantener la presión sin precedentes sobre Irán para que cumpla sus obligaciones", ha explicado.
Por su parte Irán ya ha respondido y ha advertido a Estados Unidos que se lo debe pensar dos veces antes de entrar en un "curso de colisión" con la República Islámica por su programa nuclear.
"EE.UU. ha perdido por desgracia, la sabiduría y la prudencia en el tratamiento de los asuntos internacionales", ha manifestado el canciller iraní, Ali Akbar Salehi a periodistas durante una visita a la ciudad libia de Bengasi.
"Por supuesto que estamos preparados para lo peor, pero esperamos que lo piensen dos veces antes de ponerse a atacar Irán", ha manifestado.
Preguntado sobre la prueba de misiles realizada por Israel el pasado miércoles, Salehi le ha restado importancia: "Eso no es importante, ni siquiera es algo que nos moleste".
Tensión constante
Las declaraciones se producen un día después de que tanto la prensa israelí como la británica revelaran supuestos preparativos para un eventual ataque sobre suelo iraní.
"Queremos una solución negociada, pero todas las opciones deben estar sobre la mesa", ha declarado un portavoz del Ministerio de Exteriores en respuesta a un artículo en The Guardian en el que se asegura que el Ministerio de Defensa ha acelerado la planificación para un eventual ataque.
"El gobierno británico cree que la estrategia dual de presión y compromiso es la mejor vía para hacer frente a la amenaza del programa nuclear iraní y evitar un conflicto regional", ha añadido el portavoz de Exteriores.
Según publicó este miércoles el diario israelí Haaretz, el primer ministro, Benjamin Netanhayu, está presionando a miembros de su gobierno y a los militares para atacar objetivos en la República Islámica.
Este mismo jueves, el presidente israelí, Simón Peres, a hecho un llamamiento para "frenar" a Irán "Me pregunto ¿por qué nadie amenaza a Irán? Irán actualmente constituye un centro de terrorismo y abastece con armas a varios países del Medio Oriente", ha asegurado.
Peres ha agregado que "en ningún caso se debe permitir la fabricación de una bomba atómica (en la República Islámica)".
Coincidiendo con estas declaraciones, los servicios de emergencia israelíes han realizado este jueves un simulacro de bombardo en el área de Tel Aviv. Las autoridades han asegurado que este simulacro estaba previsto hace meses.
Por último, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha descartado cualquier posibilidad de que la Alianza participe en una acción militar contra Teherán. "La OTAN no tiene ninguna intención de intervenir en Irán y no está involucrada como alianza en la cuestión iraní", ha declarado.
Planes para un ataque militar
El reportaje de The Guardian, que no nombra a sus fuentes, asegura que el Ministerio de Defensa cree que Estados Unidos puede aclerar sus planes para atacar con misiles varias instalaciones iraníes, en cuyo caso contaría con el apoyo británico.
"La ventana se está cerrando, y el Reino Unido necesita hacer algunos planes delicados. Los EE.UU. podrían hacerlo solos, pero no lo harán", asegura a The Guardian un funcionario del Gobierno.
"Necesitamos anticiparnos para cuando nos pidan contribuir. Pensábamos que todo esto se retrasaría hasta después de las elecciones en Estados Unidos pero ahora no estamos tan seguros", añade dicha fuente.
The Guardian también asegura que los militares están ya evaluando dónde desplegar los barcos y submarinos de la Royal Navy, equipados con misiles de crucero Tomahawk, durante los próximos meses, en preparación de una campaña militar y aérea.
Los diplomáticos europeos y estadounidenses esperan que el OIEA publique la próxima semana datos sobre la dimensión militar del programa nuclear de Irán, pero aún no existe evidencia de que Teherán esté intentando construir una bomba.