Al menos 31 personas han muerto este lunes en Siria, 23 de ellas en la provincia central de Homs, donde se han registrado fuertes enfrentamientos entre las fuerzas leales al régimen del presidente Bachar Al Asad y las opositoras, según han informado los Comités de Coordinación Local.
Este grupo de activistas ha apuntado también el fallecimiento de dos personas -entre ellas, un niño de 10 años- en Hama (centro), una en Idleb (norte) y otra en Deraa (sur).
El Observatorio sirio de Derechos Humanos, por su parte, ha cuantificado en 25 víctimas mortales (21 de ellas en Homs) y ha destacado las distintas operaciones lanzadas este lunes por los cuerpos de seguridad en el centro del país.
Muertes que no cesan
Al menos cinco soldados del ejército sirio han muerto en combates con supuestos militares desertores en esa zona central, mientras que al menos tres civiles han fallecido en acciones de represión del régimen en esta provincia y en Idleb.
Además, el ataque a un puesto de control situado en la localidad de Al Quseir (en el área de Homs) ha forzado a una veintena de soldados a huir a los pueblos vecinos.
Entre las víctimas civiles, el Observatorio ha indicado que un joven perdió la vida en el barrio de Al Jalidiya de Homs y que otra persona murió y seis resultaron heridas en el barrio de Bab al Sabaa, donde se produjeron intensos tiroteos.
Mientras, se han registrado choques entra las tropas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, y posibles desertores en Idleb, donde han resultado heridos al menos unos 17 uniformados. Las redadas han continuado en Idleb y Deraa, así como en Deir al Zur (este), donde se han practicado decenas de detenciones.
Estas informaciones no han sido confirmadas oficialmente ni han podido ser contrastadas independientemente debido a las restricciones impuestas por el régimen de Damasco a los periodistas.
Al respecto, la agencia oficial Sana, ha informado este lunes de la muerte de tres soldados en Homs por disparos de "grupos armados terroristas", pero no ha especificado cuándo se han producido los fallecimientos.
Desde mediados de marzo pasado, Siria es escenario de revueltas populares contra el régimen de Bachar al Asad, que se han cobrado la vida de unas 3.000 personas, entre ellas unos 187 menores, según las últimas cifras de la ONU.