Un grupo del Instituto Geográfico Nacional (IGN), con asesoramiento científico del CSIC, realiza un seguimiento constante de la evolución sísmica en El Hierro. De hecho, saben qué va a pasar antes de que ocurra.
Ellos detectaron la actividad del volcán antes de que hubiese ninguna evidencia y en julio comenzaron a informar a la población de que se avecinaba un ciclo de terremotos. También alertaron de que "habría una erupción y que iba a ser en el mar, que es lo que ha pasado", ha dicho en RTVE.es María José Jurado, geóloga e investigadora del CSIC.
“No sabemos lo que va a durar o si habrá nuevas bocas“
El IGN sigue pendiente de la actividad volcánica, que ha hecho emerger a la superficie una extensa mancha de magma que puede verse desde el espacio. "Sigue el proceso, pero se ha relajado la intensidad de la señal sísmica tras las erupciones", explica la experta. "No sabemos lo que va a durar o si habrá nuevas bocas", pero la prevención descarta que haya peligro.
El desastre es no estar preparados
Los grandes fenómenos y volcanes ocurren en los mismos sitios, porque van ligados a la vida de la Tierra, a su evolución. Es algo habitual, ha explicado la geóloga en el programa 24 Horas de RNE.
"Son fenómenos naturales, el desastre ocurre cuando no sabemos entender esta situación y esta realidad, y no estamos preparados para hacerle frente", ha señalado la experta, que advierte que a veces nos olvidamos de estos fenómenos porque ocurren cada 500 años, un tiempo que "no es nada para la geología de la Tierra".
Jurado cree que la situación en El Hierro "es un caso ejemplar en el que esta vigilancia volcánica y de la sismicidad ha ido por delante de los acontecimientos". Opina que los científicos apreciaron en la isla un registro anormal y enseguida se informó a la población para alertarla.
La geóloga descarta que ahora estemos menos preparados ante los riesgos de los fenómenos naturales, pero sí afirma que como hoy en día hay más población, "cada vez hay más gente afectada si no se toman medidas".
Riesgo potencial para España
Además de los últimos acontecimientos en la isla de El Hierro, el riesgo potencial de fenómenos naturales para España se encuentra en todas las zonas de fallas activas en el sureste peninsular, donde pueden producirse terremotos. Uno de los más trágicos fue el doble seismo que sacudió Lorca el pasado 12 de mayo, que dejó nueve muertos y numerosos daños materiales en el municipio murciano.
También hay que tener presentes los fenómenos meteorológicos, como las grandes riadas, que, según la investigadora del CSIC, se pueden mitigar haciendo una planificación adecuada.
"Cuando hay un barranco, es porque en algún momento, aunque nadie lo haya visto, por ahí ha circulado una gran cantidad de agua, y eso va a volver a ocurrir a escala del tiempo geológico", afirma Jurado, que explica que hay que analizar la realidad geológica para prevenir y evitar construir en esas zonas.
Grandes catástrofes recientes
Muchas veces, por falta de prevención o por la dimensidad de la fuerza de la naturaleza, las catástrofes ocurren. Una de las más recientes es el terremoto de magnitud 9 que sacudió Japón en marzo de este año, el peor seísmo de la historia del país nipón y el quinto del mundo. El temblor generó un tsunami que hizo desaparecer pueblos enteros y desató una crisis nuclear por los daños sufridos en la central de Fukushima.
Los japoneses comprueban con horror las consecuencias del mayor terremoto de su historia
Al otro lado del mundo, otro terremoto de magnitud 7 devastó Puerto Príncipe, la capital de Haití, el 12 de enero de 2010, dejando más de 300.000 fallecidos, además de miles de heridos y desplazados. La situación de pobreza previa hizo que el temblor, que trajo epidemias y miserias, se convirtiese en una de las mayores catástrofes humanitarias de la historia. Ese mismo año, meses más tardes, otros dos terremotos dejaban cientos de muertos en China y en Chile.
Un devastador terremoto de magnitud 7 sacude Haití, el país más pobre de América.
En 2005 el huracán Katrina azotó la costa estadounidense del Golfo de México. El 80% de la ciudad de Nueva Orleans quedó sumergida en agua por la inundación, que se cobro la vida de más de 1.800 personas y desplazó a más de un millón de personas de sus hogares.
El domingo es el anviersario y, por ejemplo, se han construido 50.000 casas. Pero lo que más llama la atención es que un 30 por ciento de la población sigue sin regresar.
En 2004, un maremoto en Sumatra dejó 275.000 muertos tras un terremoti de magnitud 9 que hizo que el fonde marino se desnivelara causando incluso que algunas islas se sumergiran parcialmente. En esta zona del Índico, seísmos posteriores han dejado gran cantidad de víctimas.
Es el cálculo provisional de fallecidos que ha hecho el ministerio de Sanidad. También hay más de 100 muertos en las islas Samoa, en el Pacífico, por un tsunami causado por otro terremoto de 7,9 grados.
Hace 128 años, la erupción del volcán Kracatoa, situado en el Estrecho de Sunda, en Indonesia, voló la isla en pedazos. Dicen que la energía que liberó fue equivalente a la de 7.000 bombas atómicas como la de Hiroshima estallando a la vez.
En El Hierro no parece que de momento haya riesgo de catástrofe. De momento, la prevención y la vigilancia son constantes.