García-Alix. De donde no se vuelve, comisariada por Nicolás Combarro, permitirá a los moscovitas conocer por primera vez la obra de Alberto García-Alix, fotógrafo leonés que se dió a conocer durante el renacimiento cultural español de los 80 y que conoció la consagración en los 90.
La muestra que fue inaugurada el 9 de septiembre, permanecerá abierta hasta el 6 de noviembre en el Multimedia Art Museum Moscow (MAMM), con motivo del Año Dual España-Rusia 2011.
Un evento que ha ya propiciado otras muestras de arte español en lal Federación Rusa, como la mayor antología de la obra de SalvadorDalí -con 25 óleos, 20 acuarelas, 70 dibujos y fotografías-celebrada en Rusia que se inauguró también a inicios de septiembre o los intercambios entre El Prado y el Hermitage.
La muestra consagrada a García-Alix se plantea como una exhibición "viva”, que late al ritmo de la visión del artista hacia su propia obra. Toma como eje narrativo un guión escrito por el fotógrafo llamado De donde no se vuelve y supone un viaje a través de su memoria que nos permite descifrar su particular universo fotográfico.
Como afirma el propia MAMM, García-Alix teje su obra con emociones e historias que muestran su "específica visión de la vida" y nos descubre una "mitología terrestre nacida del asfalto". También recoge el Museo en su presentación, un concepto importante en el trabajo de este artistaleonés: la percepción del fotógrafo como recopilador de temas, situaciones e historias de la vida que busca constantemente para "rescatar la vida del tiempo"
Paisajes de la memoria
La obra se dispone en la sala formando ciclos fotográficos y no cronológicos donde las imágenes se relacionan de forma íntima entre ellas y con el espectador.
Se mezclan fotografías de diferentes épocas y formatos, atendiendo al testimonio fotográfico de este artista que recibió el Premio Nacional de Fotografía en 1999. Así, se podrán ver imágenes de su primera época, de finales de los 70 y principios de los 80, donde descubrimos una mirada fresca, intuitiva, pegada a su vida y a sus amigos; los paisajes de su memoria.
Junto a estas, las primeras fotografías de formato medio desde finales de los 80 y la década de los 90, donde García-Alix desarrolla un mayor dominio sobre la composición y una profundización en el retrato, dos de las claves que le han llevado a la primera plana de la escena artística internacional.
Y todo ello se enfrenta a las imágenes del presente, fotografías en las que vuelca su mirada hacia su interior, en una comprensión más abstracta, para representarse en un universo fascinante de paisajes, personajes; esencias de su propia vida.