El oro se desplomó este miércoles el 5,5% para cerrar en los 1.757,3 dólares la onza en la Bolsa Mercantil de Nueva York, con lo que perdió la barrera de los 1.800 dólares en la que supuso su mayor caída porcentual en un solo día desde marzo de 2008. El metal precioso, convertido desde hace semanas en un valor refugio ante la volatilidad de los mercados, también cayó con fuerza en Londres: 106 dólares, hasta los 1.770 dólares, después de haber marcado cinco récords consecutivos la semana pasada y haber cerrado el martes en 1.876.
Los contratos de oro más negociados en la tercera jornada de la semana en Estados Unidos, los de vencimiento en diciembre, cayeron 104 dólares por onza al precio del martes, el segundo mayor retroceso en dólares de la historia del metal precioso en ese mercado -en enero de 1980 restó 143 dólares en un sólo día-. Y supone, además, la más pronunciada en términos porcentuales en más de tres años, desde que el 19 de marzo de 2008 los contratos más negociados de oro se desplomasen un 5,8%.
Los analistas predicen ya mayores retrocesos en el metal precioso y por ejemplo el experto Matt Zeman, de Kingsview Financial, citado por Efe, pronostica que el precio de los contratos de futuros de oro podría caer otros 100 o 200 dólares en el corto plazo, según explicó al portal financiero MarketWatch.
De cualquier modo, el analista tiene "perspectivas positivas sobre el oro a largo plazo", lo que atribuye a que "la irresponsabilidad fiscal está aquí para quedarse y los temores sobre la inflación han crecido", según explicó a esa publicación.
La escalada del oro
El retroceso de esta jornada contrasta con la escalada que ha vivido el oro en las últimas semanas, cuando se ha visto impulsado por su posición como valor refugio ante la volatilidad y el nerviosismo que se hizo con las principales bolsas mundiales.
El lunes el metal precioso encadenó su quinto récord histórico consecutivo al cerrar en 1.891,9 dólares en Nueva York, donde incluso llegaron a cerrarse contrataciones por un máximo intradía de 1.898,6 dólares la onza, a menos de dos dólares del nivel psicológico de los 1.900 dólares.
Al otro lado del Atlántico el oro se comportó de manera similar y el precio de la onza al contado cayó hasta los 1.770 dólares en el mercado de Londres, lo que supuso un descenso de 106 dólares en una sola jornada.
El martes la onza de oro había cerrado en Londres a 1.876 dólares, después de una mínima bajada que ponía fin a cinco sesiones consecutivas en las que había marcado récords al alza.