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Científicos españoles 'traducen' a las belugas

  • Científicos españoles crean un sistema para entender a las belugas

  • Los ejemplares han sido dos individuos del Oceanográfico de Valencia

  • Las belugas tienen sonidos distintos para cada actividad

AMÉRICA VALENZUELA
3 min.

Ciencia al cuboEl nacimiento de perritos fluorescentes, la muerte de una chimpancé calva, qué son las neuronas espejo, el origen de los ojos azules o por qué nos salen canas. De la mano de América Valenzuela, en 'Ciencia al Cubo' pueden escuchar las historias más variopintas sobre temas científicos de actualidad. Emisión en Radio 5: Lunes a jueves a las 15: 42; Sábados 09:22 / 17:52 / 21:06; Domingos 09:22 / 17:55

Las belugas son esos cetáceos blancos parecidos a delfines pero con el morro más corto, más regordetes y grandes. Tienen el apodo de ‘canarios de los mares’. Su repertorio de canto es de lo más variado: gruñen, chasquean, lanzan gritos agudos, maúllan o gorjean.

Tan diverso es, que grupo de científicos españoles, de la Universitat Politècnica de València y del Oceanográfico, ha desarrollado un sistema informático para catalogar estos sonidos e intentar comprender qué significan.

Los científicos graban cada día durante las 24 horas los sonidos que hacen las belugas que viven en el Oceanográfico de Valencia. Son dos ejemplares: Yulka y Cairo. De todos los sonidos que hacen seleccionan los que sirven para comunicarse.

Las belugas emiten dos tipos de sonidos, los pulsados y los tonales.  Los pulsados los usan para ver con sonidos bajo las aguas, donde la visibilidad se limita a pocos metros. Es lo que se llama ecolocalización.

Lanzan ondas sonoras que rebotan cuando interceptan un objeto. Las recogen y las leen con el melón (que es esa protuberancia situada encima del morro, es una especie de radar que tienen incorporado). De estar forma saben qué obstáculos tienen delante, las dimensiones del lugar en el que se encuentran y detectan de presas para cazar.

Por su parte, los sonidos tonales sirven a las belugas para comunicarse. Son estos en los que se han centrado los científicos valencianos.

Traductor de Belugas

El sistema que han desarrollado los científicos clasifica las distintas vocalizaciones según la situación en la que lo emitan y la tasa de sonidos por hora. Por el momento, han averiguado que un número alto de vocalizaciones quiere decir que las belugas se encuentran tranquilas.

También han identificado algunos sonidos que relacionan directamente con alguna actividad. Por ejemplo, hay sonidos de exploración, otros los emiten cuando interactúan con el público y los cuidadores, y otros que hacen solo cuando cuidan a las crías.

Un número alto de vocalizaciones significa que las belugas están tranquilas

Poco a poco los investigadores irán desentrañando el idioma de estos rechonchos y preciosos animales.

La beluga pertenece a la especie Delphinapterus leucas. ‘Delphinapterus’ quiere decir ‘delfín sin aleta’ (las belugas carecen de aleta dorsal), y ‘leucas’ significa ‘blanco’. Su nombre común, beluga, también tiene una explicación: deriva de la palabra rusa belukha, que significa ‘blanco’ en español.

Miden entre 3 metros y medio y 5 y medio de largo y superan la tonelada de peso. Su cara es muy expresivas porque a diferencia de los demás cetáceos conocidos, sus vértebras cervicales no están fusionadas y esto les permite doblar la cabeza y girar el cuello.

Además, su melón es especialmente grande. Y ya su color blanco blanco las hace radiantes y especialmente atractivas. No adquieren este característico color hasta que no alcanzan la madurez sexual, a los siete años en las hembras y a los nueve en los machos.

Son blancas porque es el color del hielo que rodea las aguas en las donde viven, el Océano Ártico. Se calcula que existen entre 62.000 y 80.000 en todo el planeta.

CIENCIA AL CUBO

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