Este viernes, día del rezo, están convocadas diversas manifestaciones en las principales ciudades de Siria, donde no han dudado en desafiar la campaña de represión orquestada por el régimen sirio y donde exigirán, una vez más, la caída del presidente, Bachar Al Asad.
En mitad de las tensiones registradas estos últimos cinco días, se han reanudado los llamamientos en internet a la población para convertir este viernes en una muestra de fuerza de la oposición.
De momento, la situación no ha mejorado y, según informa la agencia Reuters citando a un testigo, hay al menos cuatro muertos y varios heridos ante los intentos de reprimir una de las convocatorias.
Violencia constante
Durante la pasada noche, según informan distintos grupos de la oposición siria, las protestas llevaron a las calles a miles de personas después de la oración del "Tarawih", propia de ramadán, cuando cantaron eslóganes contra Al Asad y contra los matones del régimen encargados de la represión.
La organización Días de Rabia Sirios ha mostrado en su página en Facebook imágenes, cuya veracidad no pudo ser confirmada, de una protesta de miles de personas en el barrio de Kafr Zeta, en Hama, la ciudad más castigada por las tropas sirias desde que comenzaron su ofensiva sobre los manifestantes al inicio de ramadán.
Sin embargo, la violencia no cesa en esta ciudad, como ha explicado en declaraciones a la televisión qatarí Al Yazira un residente de Hama, quien ha relatado cómo se continúan escuchando disparos con regularidad, aunque algunas zonas han recuperado el suministro eléctrico, interrumpido desde el comienzo de esta semana.
También ha habido cientos de participantes en otra marcha en la localidad de Harasta, en la periferia de Damasco, así como en Idlib (norte), uno de los principales focos de la resistencia contra el régimen de Al Asad.
Por el momento, se calcula que han fallecido al menos 1.637 civiles y 386 efectivos de las fuerzas de seguridad desde el inicio de la revuelta popular, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos