El expresidente de Egipto, Hosni Mubarak, que dimitió el pasado 11 de febrero por las revueltas populares, ha iniciado una huelga de hambre una semana antes de que se inicie el juicio por abuso de poder, enriquecimiento ilícito y la muerte de varios manifestantes.
Mubarak "está rechazando comer, aunque consume algunos líquidos y zumos. Ha perdido mucho peso, está débil y sufre una dolencia severa", ha informado el jefe del Hospital donde Mubarak recibe el tratamiento. Además, fuentes hospitalarias añaden que desde el hospital se baraja la posibilidad de ponerle suero, ya que el alimento actual "no es suficiente para vivir".
Desde que el pasado 12 de abril, Mubarak fuera ingresado en el hospital de Sharm el Sheij por sufrir un ataque al corazón durante un interrogatorio judicial, la salud del expresidente ha sido objeto que constante especulación.
Especulaciones sobre su salud
El pasado 17 de julio, el abogado de Mubarak, Farid al Dib, anunció que el expresidente había caído en un estado de coma, aunque fuentes hospitalarias lo negaron posteriormente. Al día siguiente, Al Dib informó de que su salud había mejorado. "Anoche hablé con él después de que se despertara y estaba bien, gracias a Dios", añadió sin explicar el origen de la confusión.
También fue Al Dib quien reveló en junio pasado que a Mubarak le había sido detectado en 2010 un cáncer debajo de la vesícula en el hospital alemán de Heidelberg, donde le extirparon ese órgano, el duodeno y parte del páncreas.
Hosni Mubarak está arrestado cautelarmente desde el 13 de abril a la espera de que se incie el juicio contra él.