El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha convocado de nuevo a los líderes del Congreso a una reunión en la Casa Blanca después de que el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, haya anunciado que rompe las conversaciones en busca de un acuerdo amplio sobre la crisis de la deuda.
Obama ha comparecido desde la Casa Blanca para criticar la decisión de los republicanos a los que, dice, se les ofreció un "acuerdo extraordinariamente justo" para reducir el déficit y evitar la suspensión de pagos antes del 2 de agosto.
"La pregunta es si los republicanos pueden decir sí a algo", ha añadido el presidente estadounidense.
Ante esta situación, Obama ha convocado al presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, al líder de la minoría republicana del Senado, Mitch McConnell, la líder demócrata en la Cámara Baja, Nancy Pelosi, y al líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid.
La reunión tendrá lugar este sábado en la Casa Blanca. "Nos hemos quedado sin tiempo, van a venir aquí a explicar qué podemos hacer", ha apuntado Obama, que ha añadido que "el pueblo de Estados Unidos está harto de discusiones y quiere que Washington tome una decisión cuanto antes".
Ruptura de las negociaciones
Boehner ha dicho este viernes que él y Obama no han podido llegar a un acuerdo sobre un paquete de reducción del déficit y ha anunciado que iniciará conversaciones con los líderes del Senado "en un esfuerzo por encontrar un camino hacia adelante".
En una carta enviada a los congresistas republicanos, el presidente de la Cámara de Representantes informaba que había decidido concluir las discusiones con la Casa Blanca al no poder "conectar" con Obama.
El republicano considera que el acuerdo "nunca ha sido alcanzado, y nunca ha estado cerca".
"El presidente es enfático sobre la necesidad de subir los impuestos. Como antiguo empresario, sé que el incremento de los impuestos destruye empleos", ha agregado Boehner, sobre el que parece ser el principal punto de confrontación.
Por su parte, Obama ha respondido que "si el plan era desequilibrado, lo era desde el lado de los ingresos".
El pasado jueves, posible acuerdo
La ruptura de las negociaciones se produce después de que algunos medios estadounidenses asegurasen el jueves que el acuerdo para elevar el límite de la deuda estaba cerca de lograrse con un compromiso de recorte de gasto público y una reforma fiscal que reduciría el déficit en 3 billones de dólares.
El mandatario estadounidense, visiblemente enfadado, ha indicado que no estaba "dispuesto a seguir jugando" sobre la crisis de deuda, que recordó, tendría consecuencias "catastróficas" sobre la economía.
No obstante, ha reafirmado su "confianza" en que el límite de la deuda sería elevado y Estados Unidos no se declararía en suspensión de pagos.