Las autoridades saudíes han decidido este martes retirar a la mayoría de sus fuerzas desplegadas en Baréin desde el pasado 14 de marzo para mantener la seguridad en este pequeño reino, escenario de protestas populares.
Una fuente gubernamental saudí, que pidió el anonimato, ha explicado que las tropas saudíes cumplieron con la decisión que les fue encomendada, ya que ha vuelto la estabilidad a Baréin donde se iniciaron protestas para pedir reformas políticas el pasado 14 de febrero.
A mediados de marzo pasado, Arabia Saudí mandó unos 1.000 efectivos a territorio bareiní en el marco de una decisión del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico (CCG).
Con la entrada de las tropas saudíes y la posterior declaración del toque de queda, la monarquía de Baréin lanzó una fuerte represión contra los opositores, traducida en detenciones y condenas a destacadas figuras.
Repliegue gradual
En un comunicado oficial, el Consejo de Ministros saudí ha anunciado en aquel entonces su apoyo a la petición de Baréin de respaldarlo por los sucesos ocurridos y por "los intentos de intromisión extranjera en sus asuntos internos".
Emiratos también se sumó a la decisión saudí de enviar tropas a Baréin dentro de sus compromisos con el CCG, integrado, además de por estos tres países, por Omán, Catar y Kuwait.
La fuente gubernamental ha agregado que el repliegue será de forma gradual y ha negado que exista coordinación entre los países miembros del CCG, en alusión a una posible retirada de las fuerzas emiratíes desplegadas en Baréin tras la marcha de las saudíes.
Este repliegue se produce pese a que el ministro de Exteriores bareiní, jeque Jaled bin Ahmed al Jalifa, había afirmado anteriormente que las fuerzas del CCG permanecerían hasta que desapareciera la amenaza extranjera en el país, en referencia a Irán.
Baréin es un país de mayoría chií gobernado por una minoría suní, donde la oposición pide la instauración de una monarquía parlamentaria, con una nueva Constitución que permita al pueblo elegir un gobierno y un Parlamento independiente.