La canciller alemana, Angela Merkel, ha pedido este jueves a todos los partidos representados en el Bundestag, el Parlamento alemán, el máximo respaldo para la aprobación de un paquete de once proyectos de ley que conducirán al apagón nuclear en Alemania en 2022 y la reforma total de su política energética.
Alemania se enfrenta a la "labor hercúlea" de reformar completamente su política energética, pero "somos el país de las ideas" y "la primera nación industrializada del mundo" en apostar por el fin de la energía atómica y el fomento prioritario de las renovables, ha manifestado Merkel ante el pleno del Bundestag.
La canciller ha asegurado que "Alemania tiene el potencial y la fuerza" para abordar un objetivo que "se asemeja a la cuadratura del círculo", pero que es técnica y financieramente alcanzable.
Consecuencia del accidente de Fukushima
"Fukushima cambió mi postura hacia la energía nuclear", ha reconocido Merkel ante el plenario del Parlamento. El accidente de la central nuclear de Japón ha movido a la canciller a renegar de la ley que su propio ejecutivo aprobó en otoño pasado para prolongar la vida de las centrales hasta mediados de los años 2030.
Precisamente, la oposición socialdemócrata (SPD) y verde ha criticado a la canciller por hacer suya una iniciativa que estas dos formaciones ya plantearon en el año 2000, aunque dejaron entrever que apoyarán el proyecto de ley para el apagón nuclear y estudiarán detenidamente las otras diez propuestas legislativas.
El Gobierno "rompió innecesariamente hace pocos meses el consenso básico" para el fin de la energía atómica y ahora trata de recuperarlo haciéndose pasar por "el inventor del cambio energético", ha dicho el líder parlamentario del SPD, Frank Walter Steimeier.
"25 años después de Chernobil, la CDU saca las consecuencias de Fukushima. Tarde, pero correctamente", ha declarado por su parte el portavoz parlamentario de los verdes, Jürgen Tritti.