Es un secreto a voces y, pese a la confirmación del padre del presidente francés, ni Carla Bruni ni Nicolás Sarkozy han querido hacer saber al mundo, de manera oficial, la buena nueva.
Pero este jueves, durante la cumbre del G-8, la primera dama francesa no ha podido evitar que se le notara la "barriguita" propia de los primeros meses de embarazo. Además, a la evidencia se le ha sumado los múltiples gestos que ha tenido como los de mirarse la tripa, tocársela y, según varios testigos, ha recibido no sin cierta vergüenza, las felicitaciones de algunas de las líderes que asisten a la cita política en Francia.
Gestos de futura mamá
Al dar la bienvenida a sus invitados a un almuerzo de mediodía la esposa del presidente, muy sonriente, ha mostrado los primeros meses de su embarazo con un vestido blanco.
Entre los detales de algunas de las invitadas, el de Svetlana Medvedeva, esposa del presidente ruso, que le ha regalado un ramo de flores. Ha sido en ese momento y ante una foto de familia con los asistente, cuando Carla se ha puesto las manos sobre su vientre en un gesto maternal especialmente notable.
Carla Bruni-Sarkozy es madre ya de un niño de diez años, Aurelio, que tuvo con el profesor de filosofía Raphael Enthoven. Por su parte, su marido y con quien lleva casada desde febrero de 2008, es padre de tres niños.
Algunos especulan con que un bebé en el Palacio del Elíseo podría ayudar a mejorar la imagen de Nicolás Sarkozy, que a un año de las elecciones tiene unos índices de popularidad muy bajos.