La policía de Nueva York ha negado haber dado "algún dato o alguna información" sobre los restos de ADN supuestamente encontrados en la ropa de la camarera del hotel en el que se alojó Dominique Strauss-Kahn el pasado 14 de mayo.
La versión de la policía contradice lo que las cadenas de televisión ABC, NBC y France 2 habían afirmado horas antes: que los servicios de investigación forense de Nueva York habían encontrado restos de ADN del exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional en la camisa que llevaba la mujer que lo acusó de abuso sexual e intento de violación.
Estos tres medios, que citaban fuentes de la investigación, han indicado que habían dado positivo las pruebas de ADN que habían contrastado y que se están analizando otras pruebas en la escena del presunto delito, ocurrido en una de las habitaciones de un lujoso y céntrico hotel de Manhattan.
Mensaje a los trabajadores del FMI
Horas antes de conocerse la noticia, Strauss-Kahn enviaba un correo electrónico a los trabajadores del FMI. "Queridos compañeros: Habéis visto mi carta de dimisión como director general del Fondo, una de las cosas más difíciles que he tenido que comunicar en mi vida. Quería estar en contacto con vosotros, de manera directa y personal, para expresaros mi profunda tristeza y mi frustración al haber dejado mi puesto en estas circunstancias”.
Así era como Dominique Strauss-Kahn comenzaba su carta dirigida a la plantilla de la institución donde defiende su inocencia en relación con las acusaciones que pesan sobre él de varios delitos de agresión sexual, motivo por el que se encuentra en libertad bajo fianza desde el viernes pasado.
"Estoy convencido de mi inocencia"
“Niego en los términos más fuertes posibles las acusaciones que he recibido. Estoy convencido de que la verdad será revelada y que seré declarado inocente”, escribió.
Además de hablar de sus sentimientos, Strauss-Kahn ha explicado los motivos de su dimisión: “Durante todo este tiempo no puedo aceptar que el FMI –y vosotros, queridos colegas– tengáis que compartir la pesadilla que yo estoy viviendo. Tenía que irme”, expresa en el e-mail.
Y da las gracias y pide disculpas: “Me siento privilegiado por haber trabajado con un grupo de personas tan extraordinario (…) Gracias, buena suerte en vuestro futuro y au revoir”.