Miles de ciudadanos marroquíes han salido a la calle en lo que ha sido la tercera convocatoria de protestas pacíficas desde que se inciaran las revueltas en el mundo árabe en Túnez y Egipto.
La jornada bautizada como "Día de la Dignidad".
Unas 10.000 personas han participado en esta manifestación pacífica en Casablanca. También en Rabat han salido a la calle para denunciar la corrupción, las torturas y el alto porcentaje de paro que sufren los jóvenes.
La marcha ha tenido lugar a pesar de que las autoridades ya anunciaron algunos cambios tras lo ocurrido en los países vecinos, para aplacar las demandas ciudadanas como que el Rey Mohammed ceda más poderes y limite la influencia excesiva de la monarquía.
El rey Mohamed VI de Marruecos ha anunciado una profunda reforma de la Constitución, que incluye, entre otros cambios, reforzar la figura del primer ministro como "presidente de un poder ejecutivo efectivo" y ampliar las atribuciones del Parlamento. Una comisión preparará un proyecto que se presentará en junio y, luego, será sometido a un referéndum.
En Rabat los manifestantes han recorrido los distritos más pobres, donde el alto nivel de desempleo así como el centro de la ciudad y no se ha producido ningún problema.
Entre los manifestantes niños como el hijo de Redouane Mellouk que lleva una pancarta en la que puede leerse: "Un nuevo Marruecos". Mellouk dice "Esto es más por los jóvenes que por nosotros", "Nuestros padres no pudieron hablarnos sobre política. Ellos tenían demasiado miedo. Esto tiene que cambiar". Añade Mellouk.
“Nuestros padres no pudieron hablarnos de política. Ellos tenían demasiado miedo“
Otro ciudadano en Casablanca, de 74 años de edad, que dice llamarse Ahmed, comenta a la agencia Reuters que los jóvenes hacen bien en protestar. "Mírelos a ellos, han sido educados y están ociosos", añade este ciudadano asegurando que todo en este país está hecho a base de privilegios. "Necesitas tener un tío o un pariente en algún sitio para conseguir algo", añade.
“En marruecos necesitas tener a alguien para conseguir algo“
Marruecos es una monarquía con un parlamento electo, pero la constitución autoriza al rey a disolver la legislatura, imponer un estado de emergencia y tener una voz decisiva en citas de gobierno.