El Congreso ha dado este martes la autorización al Gobierno para prorrogar dos meses más la actuación de las tropas españolas en la misión internacional en Libia para proteger a la población de ese país, después de que lo solicitara la ministra de Defensa, Carme Chacón.
La Cámara ha permitido así que las fuerzas armadas sigan ayudando en el mantenimiento de la zona de exclusión aérea y además puedan colaborar en las labores de ayuda humanitaria, si lo pide la ONU, acompañando en la evacuación de ciudadanos o en la entrega de alimentos, medicinas y materiales de primera necesidad.
La Comisión de Defensa del Congreso ha dado el visto bueno a la prórroga con 37 votos a favor frente al único voto negativo del diputado de IU, Gaspar Llamazares.
Chacón ha señalado que el coste global de la intervención española alcanzará los 43 millones de euros, pero ha insistido en que la nueva misión de ayuda humanitaria no implicará un aumento del coste ni la superación del máximo de 500 efectivos españoles autorizados.
La ministra ha anunciado, además, que "España va a aportar un avión adicional de reabastecimiento, un C-130 Hércules", que tampoco supondrá costes adicionales.
"El gasto de los meses siguientes será menor porque la exclusión aérea está ya establecida y se prevé una reducción de las misiones ante el escaso potencial aéreo de Gadafi y el conocimiento del teatro de operaciones", ha señalado la ministra.
Chacón ha querido dejar claro que la ampliación de la misión militar en ningún caso "implicaría acciones sobre el terreno".
El futuro de Libia debe escribirse sin Gadafi
En cuanto a los medios españoles desplegados en Libia, la titular de Defensa ha explicado que han tenido una papel relevante y que se han integrado a la perfección en el mando conjunto de la misión, que cumple un mes sin avances significativos.
"De las 4.000 salidas de los aviones de la coalición, los cuatro F-18 españoles han participado en 45 misiones de patrullacon 328 horas de vuelo y hasta ahora no han tenido que intervenir contra una avión no autorizado. Asimismo el avión cisterna ha realizado 22 misiones, 134 horas de vuelo y ha suministrado 453.000 litros de combustible no solo a los aviones españoles sino también a otras aeronaves", ha explicado Chacón.
En cuanto al embargo naval, la fragata 'Méndez Núñez' ha interrogado a 25 buques sospechosos y ha tenido que inspeccionar a dos de ellos. El submarino 'Tramontana', que la próxima semana será relevado por el 'Mistral', ha identificado más de 80 embarcaciones, mientras que el avión de vigilancia marítima CN-235 ha contribuido asumiendo el 25%de todas las patrullas de la flota multinacional.
La ministra española ha subrayado que "el futuro de Libia debe escribirse sin Gadafi", y por ello, confía en una solución política al conflicto.
En este sentido, el último paso de la diplomacia española ha sido enviar a un diplomático especial permanente a Bengasi, la capital de facto de los opositores a Muamar el Gadafi, con tareas de embajador.
Las resoluciones 1970 y 1973 de Naciones Unidas no autorizan a los aliados a derrocar al líder libio, a pesar de que París, Londres, y Washington emitieron la semana pasada un comunicado conjunto en el que aseguraban que el fin de la misión era una Libia sin Gadafi.
"Un martillo para una operación quirúrgica"
Y en este sentido, el portavozde Izquierda Unida en el Congreso, Gaspar Llamazares, ha criticado al Gobierno por "venir a la comisión a pedir una extralimitación de la resolución de la ONU" y, por ello, su grupo no "amparará la prórroga de la presencia militar española porque no tiene amparo".
“Más que una exclusión aérea, esto ha sido una incursión aérea“
"La coalición de la que usted forma parte ha bombardeado Libia en 2.000 misiones utilizando un martillo para una operación quirúrquica", ha indicado Llamazares. "Más que una exclusión aérea, esto ha sido una incursión aérea".
Muy crítica se ha mostrado también La portavoz de UpyD en el Congreso de los Diputados, Rosa Díez, que aunque adelantaba que apoyaría la prórroga de la misión militar, ha censurado a la ministra que "no llame a las cosas por su nombre",
"Esta comparecencia ha sido decepcionante", ha afirmado Díez, quien ha añadido que lo que hay en Libia "es prácticamente una guerra civil" en la que la comunidad internacional se ha puesto de lado de una parte, de la aparentemente más débil, y cuyo objetivo final es "echar a Gadafi".
Por su parte, el Partido Popular ha expresado su temor a que el conflicto en Libia esté "en tablas", y su convicción de que la solución política está ahora "más alejada" que antes de la operación militar.
Las incertidumbres sobre la misión, que ya eran "grandes" cuando el PP respaldó la participación de España, ha señalado la portavoz Beatriz Rodríguez Salmones, son "aún mayores" un mes después.