El juicio contra el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, por el conocido como caso Ruby, que debía comenzar este miércoles, ha sido aplazado hasta el 31 de mayo, tras la reunión entre el juez y las partes en el Tribunal de Milán.
En la sesión técnica sin la presencia del mandatario, acusado de incitación a la prostitución de menores y abuso de poder, se ha leído una carta escrita por Silvio Berlusconi en la que el primer ministro italiano decía que le hubiera gustado participar en la audiencia, pero "sus ocupaciones institucionales se lo impiden".
Y es que Berlusconi, que se había mostrado dispuesto a acudir a los tribunales sólo los lunes, tiene su agenda copada con las vistas de los otros tres procesos.
En la misiva, el premier consentía a que se desarrollara la sesión pese a su ausencia.
Tampoco estaba previsto que acudiera al tribunal la joven marroquí Karima El Marough, conocida como Ruby Robacorazones. Según la fiscalía Berlusconi mantuvo relaciones sexuales con ella cuando todavía era menor de edad e intercedió para que la sacaran de una comisaría de Milán, tras ser detenida por robo.
El tribunal ha declarado "contumaz" al primer ministro, tal y como hizo también el juez que instruye elc aso Mediaset, cuando Berlusconi tampoco se presentó a la audiencia. Esta declaración de "contumaz" no tiene ningún efecto legal.
Posible conflicto de competencias
El inicio del proceso, posiblemente el más complicado de los que afronta actualmente Berlusconi, llega además un día después de que la Cámara de los Diputados se pronunciara a favor de plantear ante el Tribunal Constitucional un conflicto de competencias en este caso contra los magistrados milaneses.
Una propuesta planteada por el partido de Berlusconi, el Pueblo de la Libertad (PDL), en la que se sostiene que el Tribunal de Milán no tiene competencia para juzgar la acusación de abuso de poder contra el político conservador, basada en la llamada telefónica del primer ministro el 27 de mayo de 2010 para sacar de una comisaría a la joven marroquí.
El PDL defiende que el mandatario actuó por "motivos institucionales" al realizar esa llamada pensando que era la sobrina del entonces presidente de egipto, Hosni Mubarak, por lo que debe ser el Tribunal de Ministros el que se encargue del caso.
Ahora, será el Constitucional el que deberá decidir si admite o no a trámite la propuesta del conflicto de competencias para después pasar a decidir si éste existe o no, aunque, según los expertos, si el Alto Tribunal admite la propuesta, lo más probable es que el proceso quedara suspendido a la espera de su veredicto final.
La evolución del caso se sigue con gran atención tanto en Italia como fuera del país, como lo demuestran las numerosas solicitudes de la prensa italiana y extranjera para seguir el proceso, que de momento este miércoles se desarrollará en el tribunal milanés sin la presencia de cámaras.