La agencia de notación crediticia Fitch ha rebajado este miércoles la calificación que asigna a seis grandes bancos portugueses, y señaló que si el Estado luso no es ayudado en breve, puede volver a rebajar su nota, que ya recortó el jueves en dos niveles.
En comunicaciones separadas, Fitch ha informado del descenso de la calificación sobre la solvencia financiera del mayor banco luso: la Caixa Geral de Depositos (CGD), propiedad del Estado, desde la "A" hasta la "BBB+", como consecuencia del reciente recorte de la nota que asigna a la deuda soberana de Portugal.
"Vigilancia negativa"
Además puso en "vigilancia negativa" a otras cinco instituciones privadas: el Banco Comercial Portugués (BCP), el Banco Portugués de Inversión (BPI), el Banco Internacional de Funchal (Banif), el Montepio Geral y el Santander Totta, filial de la entidad española Banco Santander.
Esta decisión, según la agencia de calificación de riesgo, refleja la incidencia en esas instituciones de los problemas financieros y la incertidumbre del entorno de la crisis económica lusa.
Asimismo, Fitch considera inevitable que Portugal precise de ayuda externa y advierte que, de no recibirla pronto, volverá a rebajar la calificación crediticia del Estado.
Presión sobre la deuda soberana
El martes, otra agencia de notación, Standard&Poor's, volvió recortar la nota que asigna a la deuda portuguesa, que dejó en "BBB-", sólo un nivel encima de la consideración de "bono basura".
Esta agencia había bajado también la calificación sobre la solvencia lusa el pasado jueves, al igual que Fitch, en otros dos niveles. Ambas agencias argumentaron su decisión en la incertidumbre existente sobre el saneamiento de las finanzas de Portugal tras la renuncia del primer ministro socialista, José Sócrates, el pasado día 23, por el rechazo en el Parlamento de su último plan de ajuste económico.
Standard & Poor's puso además, como ha hecho Fitch, al país en "vigilancia con perspectiva negativa", lo que podría llevar a otro descenso de nota.
Entretanto, los intereses que penalizan la deuda soberana lusa continúan en línea ascendente una jornada más y, en el caso de los bonos lusos a cinco años, superaron este miércoles, por primera vez, la barrera del 9%.
Las obligaciones a diez años, que sirven de referencia en el mercado, subieron también por encima del 8% después de 38 jornadas consecutivas situadas sobre el 7%.