Francia ha propuesto establecer una "dirección política" de la operación militar sobre Libia y celebrar reuniones con la asistencia de los Estados participantes y de la Liga Árabe para superar las divisiones sobre quién debe tener el liderazgo de la operación, según ha desvelado el ministro francés de Exteriores, Alain Juppé.
La reunión se celebrará "en los próximos días" en Bruselas, París o Londres, según ha explicado el ministro en una comparecencia ante la Asamblea Nacional francesa, donde ha insistido en que la operación excluye el despliegue de tropas sobre el territorio libio.
"Por iniciativa del Presidente de la República, he propuesto a los colegas británicos crear un órgano de dirección del proceso político que reúna a los ministros de Exteriores de los Estados y las partes interesadas los de la Liga Árabe ", ha declarado Juppé.
"Desde el liderazgo político y bajo la responsabilidad del Ministro de Defensa (francés), utilizaremos la capacidad de planificación y de intervención de la OTAN, las cosas desde ese punto de vista son muy claras", ha detallado.
Washington y Londres, los dos socios fundamentales de París en la operación, han pedido que sea la OTAN la que asuma ese papel pero el país galo recela de esa posibilidad y solo quiere que asuma un papel complementario, tal y como se ha acordado en la reunión de este martes de los embajadores de la Alianza, que han decidido que esta organización asuma de manera inmediata el embargo naval.
El papel de la OTAN
"Para nosotros esto es principalmente una operación deseada por la ONU, que está dirigido por una coalición de los Estados miembros que no son todos los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Este no es una operación de la OTAN, aunque se debe confiar en la planificación militar y la respuesta de la Alianza ", ha precisado Juppé.
De esta forma el Elíseo busca superar las divisiones internas entre la coalición sobre la dirección de la intervención militar tras el anuncio de Estados Unidos de que cederá su liderazgo una vez que se haya establecido completamente la zona de exclusión aérea en cumplimiento del mandato de la resolución 1973 de Naciones Unidas.
Francia considera que una dirección de la OTAN sería inaceptable para los países árabes mientras que otros países miembros de la alianza, como Alemania y Turquía, son contrarios a participar en la intervención militar.
En el otro lado, Italia, uno de los países más importantes en la operación por sus bases en el Mediterráneo, ha vuelto a insistir en la necesidad de que la OTAN asuma el liderazgo, al que comparten otros países como España, según ha reconocido el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que no ha rechazado otras alternativas.
Juppé también ha dejado claro que la intervención puede pararse en cualquier momento " si el régimen cumple", en alusión a las autoridades libias, a quienes ha reiterado un llamamiento para que haya un alto el fuego, y retire las tropas a los cuarteles.
"Hay que pensar en la paz", ha declarado el ministro, quien ha confirmado que su país estará "en la organización de la paz" en el territorio de Libia, aunque ha precisado que "no corresponde a la coalición decidir cuál será el futuro régimen político" en el país norteafricano.
La Liga Árabe insiste en los límites
Por su parte, la Liga Árabe ha reiterado que la zona de exclusión aérea aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU sobre el territorio libio no debe derivar en acciones que afecten a los civiles.
El anuncio lo ha hecho el secretario general adjunto de la organización panárabe, Ahmed bin Heli, en una rueda de prensa tras una reunión de los delegados permanentes de los países miembros de la Liga, en su sede de El Cairo.
El responsable árabe ha declarado que su institución lleva a cabo contactos con el Consejo de Seguridad para subrayar que la Liga Árabe pidió la imposición de la exclusión aérea sobre Libia "con la condición de que no se perjudique a los civiles y las instalaciones del país".
Asimismo, ha subrayado que esa medida "debe ser temporal para dar la oportunidad a los libios y las autoridades de responder a las demandas del pueblo y poner fin a las causas que generaron la revolución" contra el régimen de Muamar Gadafi.