Las cajas de ahorro quieren flexibilizar los plazos marcados por el Gobierno para que acometan su recapitalización, según ha explicado este miércoles la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) después de su Asamblea General, que ha reunido a los máximos responsables de las entidades.
Según lo adelantado hasta ahora por el Ejecutivo, el refuerzo de la solvencia de esas entidades que a 31 de diciembre de 2010 no alcancen el 10% de capital básico exigido deberá haberse realizado antes de octubre para evitar tener que solicitar ayudas al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
En un comunicado, la patronal de las cajas ha asegurado que está trabajando con el Ministerio de Economía para conseguir "la extensión de los plazos para acometer la capitalización de las entidades, especialmente, en lo que se refiere a los planes de salida a Bolsa". Para poder entrar en el mercado de valores, las entidades deben cumplir varias condiciones que les exigirán cambiar parte de su estructura, ya que las cajas no pueden emitir acciones.
Se podría dar más tiempo a las que opten por la Bolsa
Como ha recordado la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), para poder asalir a Bolsa se exige que, "en la fecha de admisión a cotización, exista una distribución accionarial suficiente, considerando la norma a estos efectos que existe una distribución suficiente si, al menos, el 25% de las acciones respecto de las cuales se solicita la admisión están repartidas entre el público".
Y añade, "se ha de tener en cuenta que no se pueden incluir dentro del mencionado porcentaje las acciones en poder de los miembros del Consejo de Administración del emisor, las que tengan la consideración de participación significativa, así como las mantenidas en autocartera".
Según han informado a Efe fuentes del sector, Salgado sopesa la posibilidad de ampliar el tiempo concedido a las entidades que opten por salir a Bolsa, aunque sólo sería partidaria de permitirlo en aquellos casos en los que las entidades se comprometan antes de octubre a captar capital por otra vía.
Las mismas fuentes barajan varias alternativas, como la emisión de bonos convertibles en acciones para aquellas cajas unidas bajo un banco que haya iniciado los trámites para debutar en el parqué antes de otoño.
En el caso de las cajas más rezagadas, otra opción sería la emisión de cuotas participativas convertibles en acciones cuando se transformaran en bancos, siempre según fuentes del sector.
Además, la CECA estaría intentando que se amplíe la base de cálculo de la dependencia de la financiación mayorista.
El presidente de la CECA, Isidro Fainé, ha declarado en su discurso que esa colaboración con Economía tiene lugar en "un clima de diálogo constructivo" y que otro de sus objetivos es aclarar qué elementos computan como capital básico o core capital y cuáles se tienen en cuenta para calcular la dependencia de la financiación interbancaria.
Así, se trataría de conseguir que la proporción entre capital básico y préstamos de riesgo de las cajas sea inferior al 10%, para salvar la diferencia con las entidades cotizadas, a las que se les exigirá un 8%.
Al reducir el listón de capital o, al menos, al incluir más elementos que computen como tal, más entidades conseguirán alejar la posibilidad de que en otoño el Estado les inyecte dinero, entre en su accionariado y corran el peligro de ser subastadas "al mejor postor".
Garantizar la solvencia antes de octubre
Hasta ahora, el ministerio había incluido como capital básico de una entidad "su capital, reservas, primas de emisión, intereses minoritarios, más los instrumentos suscritos por el FROB y, transitoriamente, instrumentos obligatoriamente convertibles en acciones", y todo ello "minorado por resultados negativos y pérdidas, activos inmateriales y ajustes de valoración".
Además, en una reunión de la semana pasada Elena Salgado explicó a Fainé que las entidades sin inversores privados y con una dependencia de los mercados mayoristas superior al 20% de sus activos deberían contar con un capital básico equivalente al 10% de sus activos de riesgo.
Según explicó en enero la vicepresidenta económica, los bancos y las cajas que no alcancen el mínimo de solvencia exigido -8% para los bancos y 10% para las cajas- deberían esforzarse en captar capitales privados (con salidas a Bolsa o ampliaciones de capital) antes de septiembre, cuando deberán presentar al Banco de España un programa de recapitalización para garantizar esos niveles.
Si el supervisor considera que el plan no es viable y que no garantiza ese mínimo de solvencia, el Gobierno autorizará al FROB a invertir en esas entidades mediante la compra de acciones a precio de mercado, de modo que se trate de una ayuda de Estado compatible con Tratado de la Unión Europea.
Según explicó Salgado el pasado 24 de enero, "en el caso de que el FROB aporte capital, deberá hacerse mediante acciones en un banco. Sólo adquirirá acciones en un banco, lo que significa que las entidades deberán haber transmitido a una entidad [bancaria] los activos y pasivos de su actividad financiera".
Salgado advierte que el plazo "sigue siendo definitivo"
Este miércoles, en los pasillos del Congreso, Salgado ha ratificado que ese plazo hasta septiembre "sigue siendo definitivo" y -aunque ha indicado que "hay que ser razonable"- ha remarcado que los requisitos de capital básico "están establecidos".
Salgado ha admitido que está trabajando con la CECA y los grupos parlamentarios, escuchando sus "aportaciones" para buscar un acuerdo sobre la norma que se aprobará el viernes, si bien ha afirmado que su contenido "está bastante definido".
Ha recordado que aquellas que superen los requisitos de solvencia "podrán seguir el camino anticipado" y, sólo aquellas que no lo hagan deberán buscar financiación, a ser posible en mercados privados -"como desea el Gobierno"-, pero también a través de aportaciones públicas del FROB, que los contribuyentes deberán recuperar.
También ha aclarado que la "intervención" del FROB en las entidades tendrá como objeto evitar que la "urgencia por captar capital" lleve a una valoración de la entidad de crédito en el mercado "por debajo de los que sería razonable en otras circunstancias".
De esta forma, según Salgado, las entidades "van a tener a su disposición al FROB", que "no tiene ninguna intención de permanecer" en las entidades, pero sí estará "todo el tiempo que sea necesario hasta un máximo de cinco años", tal como recoge la normativa actual del Fondo, que se ratificará en la norma que el Gobierno aprobará el viernes.