Tenía 13 años, se llamaba Jordan Rice y su timidez le impedía hablar la mayoría de las veces cuando había desconocidos delante. Pero la tragedia de las inundaciones en Australia ha querido que se convierta en su pequeño héroe.
Pese a todo lo que pudiera estar pasándole por la cabeza, cuando el coche en el que viajaba junto a su madre y su hermano quedó atrapado por el lodo, quiso que el hombre que iba a rescatarles se encargara primero de ellos dos.
"Por favor, saque primero a mi familia". Éstas fueron sus últimas palabras antes de que, junto a su madre, fuera arrastado por la corriente y se convirtiera en otra víctima mortal, tal y como recoge este miércoles el diario The Daily Telegraph.
La valentía a los 13 años
"Tenía al muchacho, Blake, en una mano y la cuerda en la otra. No lo iba a dejar ir, pero luego vino la corriente y nos tiró", ha descrito Warren McErlean, un trabajador de los equipos de rescate, quien ha sido el que ha especificado cómo transcurrieron los hechos: " Entonces, este gran hombre alto y grande que acababa de salir de la nada, nos abrazó y nos arrancó de el agua. Cuando volví, me volví ... la cuerda se rompió y el coche volcó".
"Él fue a agarrar a Jordan en primer lugar, pero él dijo: "Salvar a mi hermano primero... Sólo puedo imaginar el miedo que corría a través de su cuerpo".