El fin de las medidas de estímulo -como las ayudas a la compra de coches- junto a los recortes del gasto público para controlar el déficit han provocado el estancamiento de la economía española, que en el tercer trimestre ha registrado un crecimiento nulo respecto al trimestre anterior, aunque la actividad logró crecer un 0,2% en términos interanuales, por primera vez tras siete trimestres de caídas.
Así se desprende del último boletín del Banco de España, que este mes incluye el informe trimestral de la economía española, en el que se señala que "la información disponible sobre el tercer trimestre sugiere un debilitamiento de la actividad, de carácter transitorio", algo que achaca "al agotamiento de algunos factores expansivos, de manera singular, la finalización del Plan 2000E" para la adquisición de automóviles, y a "la reversión de los efectos de anticipación de gasto" que había provocado la subida del IVA que entró en vigor el 1 de julio.
"A ello se habría sumado el impacto sobre los componentes públicos de la demanda nacional de las medidas de austeridad presupuestaria aprobadas en mayo", añade el informe, por lo que concluye que "el PIB se habría estabilizado en los niveles del trimestre anterior, con una tasa de variación intertrimestral nula".
Pese a todo, la autoridad monetaria destaca el incremento de la producción del 0,2% en términos interanuales "tras siete trimestres consecutivos de bajadas" y espera que, con la recuperación del consumo, se vuelva también a la "suave" mejora de la actividad que se había iniciado a comienzos de año. En el segundo trimestre de 2010, la economía española creció un 0,2% en tasa intertrimestral, pero registró una caída del 0,1% en tasa interanual.
El consumo sigue bajando y las exportaciones sostienen al PIB
El Banco de España explica en su informe que la caída del consumo se ha acentuado entre julio y septiembre, hasta alcanzar un descenso del 1%. "La finalización del período de vigencia del plan de ayuda directa a la adquisición de automóviles, unida al incremento de la imposicion indirecta [la subida del IVA], contribuyeron a retraer el consumo de los hogares, tras el adelanto en la compra de bienes duraderos que se había observado en los meses previos", insiste el análisis.
Desde la perspectiva de la oferta, las actividades de construcción y servicios se han resentido de esa disminución del gasto interno.
De esta manera, ha sido el sector exterior, en forma de aumento de las exportaciones, el que ha sostenido la producción: "El crecimiento se habría basado en la contribución de la demada exterior neta, que aportó 1,2 puntos al avance del producto" gracias al fuerte avance de las economías emergentes y a la recuperación del área del euro, indica el informe.
La subida del IVA ha sido, para la autoridad monetaria, el principal causante del repunte de la inflación hasta el 2,1% registrado en septiembre, frente al 1,5% de variación de junio. Sin embargo, el Banco de España destaca que la traslación de esa subida a los precios finales de los productos "estaría siendo de magnitud inferior a la que se ha estimado en otros episodios de modificación en la imposición indirecta".
En concreto, estima que entre cuatro y cinco décimas de la subida del IPC se explican por el aumento del IVA, lo que quiere decir que la traslación a los precios de esta subida ha sido de entre un 40% y un 50%. Este traslado, recuerda, está "por debajo de lo que ocurrió en otros episodios de modificaciones impositivas del IVA", como los de 1992 ó 1995, y lo atribuye a la debilidad del gasto interno.
El empleo no se recupera
“Se observa un recorte muy pronunciado en las tasas de destrucción de empleo“
En cuanto al empleo, la autoridad monetaria subraya que "siguió sin dar muestras de recuperación", aunque asegura que "se observa un recorte muy pronunciado en las tasas de destrucción de empleo cuando se computan en términos interanuales". En este sentido, recuerda que la ocupación cayó un 1,7% en términos interanuales -frente al -2,5% registrado en la EPA anterior-, al tiempo que la tasa de paro "disminuyó tres décimas, hasta el 19,8%,en un entorno de recuperación de la población activa".
Aunque el informe estima que en un futuro inmediato continuará la suave recuperación del gasto de las familias, apoyada en el aumento del ahorro, advierte de que el crecimiento económico aún no va a tener la intensidad necesaria como para crear empleo.
Para que esto ocurra, considera que la aportación del sector exterior deberá seguir siendo positiva, el sector privado tendrá que mostrar un mayor dinamismo, España deberá haber saneado más sus finanzas y las reformas estructurales deberán continuar para dar confianza.
En este ámbito, el organismo avanza que los incrementos salariales recogidos en los convenios se contendrán algo más en lo que queda de año, debido a que la reforma laboral permite a las empresas con problemas no aplicar las subidas acordadas, confirmando la tendencia de los últimos meses, en los que la evolución de la negociación colectiva está confirmando un "mayor" grado de moderación salarial que a principio del ejercicio.
Por otro lado, el organismo supervisor augura el cumplimiento del objetivo de déficit público para este año (el 9,3% del PIB) y para el siguiente (6%)"al menos" en lo que compete al Estado, gracias sobre todo a la "fortaleza" de los ingresos y, en menor medida, a la "incipiente" reducción del gasto público, que espera que sea mayor en lo que queda de año. No obstante, insiste en que debe haber "un seguimiento y un control riguroso" de las posibles desviaciones presupuestarias en todas las administraciones públicas, que de producirse requerirán medidas adicionales.