Al menos siete personas han muerto y otras veinte han resultado heridas en un ataque de un grupo armado a la Bolsa de Bagdad, que derivó en un enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los rebeldes, que se habían escondido en una iglesia.
Fuentes del Ministerio del Interior señalaron que las víctimas fueron causadas por el combate entre las fuerzas de seguridad y los atacantes, la explosión de un coche-bomba y el estallido de un segundo artefacto durante el asalto a la Bolsa y la operación de seguridad en torno a la iglesia.
Las fuentes agregaron que la situación ya está controlada en el templo y que las fuerzas de seguridad han conseguido liberar a todos los fieles que permanecían retenidos en su interior.
En un principio, fuentes policiales habían calculado que había entre veinte y cincuenta rehenes en la iglesia Sayida An Nayá (señora del socorro en árabe), aunque su número definitivo todavía no se ha confirmado.
Con anterioridad, las fuentes de la Policía habían revelado que los rebeldes habían intentado irrumpir en la Bolsa, en el céntrico barrio de Al Karrada, pero que los guardias de seguridad del lugar repelieron el ataque.
Tras el tiroteo, los insurgentes detonaron un coche-bomba, que causó la muerte de dos agentes de seguridad del edificio. En su huida los atacantes se refugiaron en la iglesia, donde han mantenido retenidos a los fieles, muchos de ellos mujeres y niños.
Un ataque similar el pasado 13 de junio contra el Banco Central en la capital iraquí se saldó con quince muertos y cincuenta heridos.