El Cuerpo Nacional de Policía y la Justicia investigan la aparición de un feto envuelto en bolsas de plástico en las inmediaciones del Hospital de León que fue localizado este martes, según ha confirmado la subdelegación del Gobierno a rtve.es.
El estudio que han hecho los forenses apunta a que el feto tenía cinco meses y que no llevaba mucho tiempo muerto. La Policía Científica investiga ahora el origen de este feto y las circunstancias que han rodeado su muerte.
Fuentes de la investigación han explicado a Efe que fue un taxista el que alertó este a la Policía Local este martes sobre las 14.30 horas, de que en la parte posterior del complejo hospitalario, junto a un vehículo, había envuelto en una bolsa de plástico un feto muerto.
Tras personarse en el lugar de los hechos, los agentes dieron aviso a la Policía Nacional y al juez, que ha abierto las correspondientes diligencias.
El Diario de León, sin embargo, cuenta en su edición de este miércoles, que el feto fue localizado por los obreros que trabajan en las obras de ampliación del hospital y que fueron ellos los que avisaron a la Policía Local y a los médicos que en ese momento trabajaban en el hospital, en jornada de guardia, por ser festivo.
Bebé carbonizado en un coche
Por otra parte, el hombre acusado de matar a su hijo de 14 meses, que apareció calcinado en el vehículo de éste el sábado en el municipio coruñés de Paderne, permanece en estado grave sin cambios en la Unidad de Quemados del Complejo Hospitalario Universitario La Coruña (Chuac).
Según han indicado a Europa Press fuentes hospitalarias, el hombre, que presenta quemaduras en las extremidades superiores y en la cabeza, continúa intubado y está estable dentro de la gravedad.
Al hombre, que se encuentra bajo custodia policial, se le imputa un delito de homicidio por matar supuestamente a su hijo de 14 meses tras prenderle fuego al coche en el que se encontraba. Está previsto que preste declaración una vez reciba el alta hospitalaria.
La madre del bebé, vecina de la localidad coruñesa de Betanzos, había denunciado ante la Guardia Civil la desaparición del niño minutos antes de que ocurriera el suceso el sábado. Explicó a los agentes que había recibido una llamada del padre del menor en la que la amenazaba con que no iba a volver a ver a su hijo.
Poco después de que la madre interpusiera la denuncia, el 112 recibió el aviso de que un vehículo estaba ardiendo en el arcén de la carretera provincial DP-0906, en el municipio de Paderne. Al lugar, se trasladaron, entre otros medios, efectivos de la Guardia Civil y Bomberos de Betanzos, que encontraron el cuerpo del bebé calcinado.