Los hijos de Sakineh Mohammadi-Ashtiani, la mujer iraní condenada, primero a morir lapidada y después ahorcada, han pedido asilo a Italia.
Los dos hijos de Sakineh temen ser detenidos. El Ministerio de Asuntos Exteriores italiano está valorando la solicitud a través de diversos contactos políticos con Teherán.
Hace unos días, pidieron públicamente la intermediación del Papa para evitar la muerte de su madre. Desde la santa Sede, el Padre Lombardi asegura que si se produce la intervención del Pontífice será siempre por medio de los canales diplomáticos.
Mientras Sakineh espera el cumplimiento de la sentencia por adulterio, sus hijos aseguran que han recibido diversas llamadas intimidatorias de personas que se presentaban como agentes de la inteligencia y que los han amenazado por el trabajo internacional que realizan para salvar a su madre. Según los hijos de Sakineh, el abogado corre el mismo riesgo que ellos. El letrado ha sido citado el sábado en magistratura.