Un agente de la Guardia Civil, Miguel Jorge Puñeiro, ha fallecido a primera hora de la mañana y otro, Alfonso José Riveiro Cabaleiro, ha resultado herido tras un tiroteo con al menos dos atracadores en una sucursal de Caixa Galicia en el municipio de A cañiza, Pontevedra.
Uno de los atracadores también ha resultado herido y ha sido detenido. El otro se ha dado a la fuga y las investigaciones se centran en su arresto. No se descarta que haya un tercer implicado.
Los agentes, alertados por la alarma de la sucursal
A las 06.40 horas de esta mañana la comandancia de Tui recibió una llamada de la central de alertas de la empresa de seguridad de Caixa Galicia porque en la oficina había saltado la alarma. Desde allí se remitió a la patrulla más próxima, integrada por dos agentes del puesto de Covelo, que se dirigieron al lugar, en el casco urbano de A Cañiza.
En este lugar sorprendieron a dos atracadores que pretendían hacer un butrón en la pared de la oficina desde un local contiguo.
Entonces se produjo un enfrentamiento armado entre los agentes y los atracadores en el que falleció un guardia civil y el otro resultó herido leve. También uno de los presuntos atracadores resultó herido y fue detenido, mientras que el otro huyó a pie y en estos momentos hay desplegado en la zona un amplio dispositivo policial para capturarlo, según avanza TVE.
Trataban de entrar desde un local contiguo
Según ha confirmado el alcalde a TVE, los atracadores iban vestidos con monos de trabajo y herramientas en la mano, con el fin de que nadie sospechara de sus intenciones. "Quien les haya visto por la calle, habrá pensado que iban a trabajar, como tanta gente en el pueblo", ha añadido.
Todo apunta a que los supuestos delincuentes esperaban a que llegara a la oficina el director, ya que a la hora a la que ha saltado la alarma todavía no estaba abierta la sucursal.
El agente herido ha sido trasladado a un centro hospitalario de Vigo, donde se ha confirmado que no reviste gravedad. El alcalde de A Cañiza ha explicado que el agente ha sufrido heridas y quemaduras en cuello y nuca pero, ha añadido, "afortunadamente su vida no corre peligro".