El último balance de muertos en la región china de Gansu tras el alud de lodo que han provocado las fuertes lluvias, ha superado el millar de personas. En concreto, el número de decesos aumenta a 1.117, mientras que 627 personas continúan desaparecidas.
Por el momento, un total de 45.000 personas han sido evacuadas de la comarca ante el peligro de nuevos aludes. Los pronósticos apuntan a que las lluvias se mantendrán durante los próximos días, lo que entorpece las labores de rescate.
"Esperamos fuertes lluvias para este miércoles, así que no pasen más tiempo en sus casas", han anunciado las autoridades chinas.
Además, el alud de barro ha creado un lago artificial, que podría empeorar aún más la situación.
A pesar de los datos, Jiao Yong, el viceministro de recursos hidrográficos, ha dado por imposible la amenaza de una nueva inundación provocada por el embalse artificial del río Bailong.
"El riesgo de un colapso en el lago artificail ya ha sido descartado", ha asegurado Yong.
Aún así, miles de efectivos intentan drenarlo como medida preventiva y arrojando explosiones controladas.
Visita del Primer Ministro Jiabao
Más de 10.000 agentes de policías, soldados, y bomberos, han sido enviados a la zona afectada para colaborar. Otro que también se ha acercado por el norte del país ha sido el Primer Ministro, Wan Jiabao.
A pesar de la visita, son muchos los que muestran su enfado contra el Gobierno."Esto ya ha ocurrido antes. El Gobierno sabía que iba a volver a suceder y no hicieron nada para prevenirlo", ha criticado un granjero de la zona que no ha querido identificarse.