Tuvo que pasar mucho tiempo hasta que Katheryn Elizabeth Hudson, californiana de 25 años, se hiciera notar en medio mundo gracias a un estribillo que no dejaba indiferente: "Besé a una chica y me gustó el sabor de su barra de labios de cereza. Besé a una chica sólo por probar, espero que a mi novio no le importe".
Así era como Katy Perry se presentaba con "I Kissed a Girl", el primer sencillo de su segundo disco. Aunque fue el álbum con el que se dio a conocer, unos años antes la cantante publicó su debut y lo firmó con su nombre, Katy Hudson. Era un disco de gospel, uno de los últimos que publicó el sello independiente cristiano Red Hill antes de echar el cierre.
Volviendo al presente, Perry se ha convertido en uno de los iconos del pop actual en todo el mundo. De aquella modosa Katy Hudson no queda nada. Perry se ha convertido en una gamberra con mucho talento, que posee la fórmula ideal para contagiar a sus seguidores con letras de poca profundidad, pero una festividad plena.
Katy Perry es símbolo de la excentricidad (incluso en Twitter), aunque no hasta el punto de su extraterrestre contemporánea, Lady Gaga. Si esta última es más de vestuarios ensangrentados, Perry es más de sujetadores que lanzan chorros de nata.
La reválida del éxito
Más de 7 millones de copas vendidas se vendieron de aquel segundo disco, 'One of the Boys', que también incluía el supersencillo "Hot n Cold", una de las más fieles al estilo de la californiana, y además la canción más versionada de la cantante: en polka, en rockabilly, en ska o en dibujo animado.
Ahora, y cuando la voz de Katy Perry está a punto de debutar en el cine (será Pitufina en la nueva película de Los Pitufos), llega el tercer disco. Se trata de una gran reválida del éxito que la artista inició en 2008.
Teenage Dream se publica en agosto e incluye un cartel de colaboraciones que incluyen a Rivers Cuomo de Weezer, a Snoop Dogg, a Ryan Tedder de OneRepublic, o a Greg Wells (productor de Mika, Jaimie Cullum, Pink, Hilary Duff, entre otros).
"Muchas veces alguien tiene éxito con una idea y al siguiente intento quieren dar un giro de 180 grados y hacer otra cosa. Creo que esto es un error. Para hacer esto, hay que crecer alrededor de ese éxito. Puedes poder las ramas, pero hay que mantener el árbol en pie", reconocía Perry hace unos meses en una entrevista con Rolling Stone, en la que además describe su disco como "si Lovefool de Los Cardigans se encontrara con Into the Groove de Madonna".
Ahora la estrella quiere alejarse de las letras frívolas e ir un poco más allá del ritmo y del baile. Quizás esa sea su forma de mantener el árbol en pie. Habrá que comprobarlo. Por lo pronto, Perry sigue siendo sinónimo de colorida estrella del pop sin miedo alguno al ridículo.