El menú de la cena de Michelle Obama en la terraza del parador de la Alhambra en la que cenó este jueves constó de jamón ibérico, un surtido de quesos granadinos, un chupito de gazpacho y otro de ajoblanco suave, con salmón marinado a las hierbas aromáticas, y una brewa, un plato de origen árabe a base de hojaldre rellena con verduras, carne de pollo deshuesada y aromatizada con especias, canela y azúcar.
La primera dama y su hija Sasha pasaron un día en Granada y conocieron la Alhambra de noche, una experiencia que Michelle ha calificado de "inolvidable". En su recorrido visitaron la catedral, la Capilla Real, el barrio de Sacromonte, donde disfrutaron de un espectáculo de flamenco, e incluso tuvieron tiempo para probar los helados de un conocido establecimiento de la ciudad.
Michelle Obama, turista en Granada
Las Obama han regresado ya al hotel de Benahavís en el que se hospedan y se espera que el domingo viajen a Mallorca. Allí pasará cuatro días más de vacaciones y, a su llegada, los Reyes le ofrecerán un almuerzo en el Palacio de Marivent.
De postre, tarta de chocolate
Paradores de Turismo ha revelado este viernes el menú que tomó la comitiva de la primera dama estadounidense en el establecimiento granadino, en una cena con vistas sobre el Generalife y sus jardines.
Por su parte, tanto la hija menor de los Obama, Sasha, como sus amigas se decantaron por la carta infantil del restaurante, que les ofrecía daditos de pollo con patatas fritas y pasta con salsa boloñesa.
El postre para todos fue tarta de chocolate. En uno de los pedazos se colocaron diez velas, ya que una amiga de la hija menor de los Obama celebraba su cumpleaños.
Después, tras brindar con cava, Michelle Obama firmó con una dedicatoria en el Libro de Oro del parador y declaró sentirse encantada con el trato recibido en el mismo y expresó su querencia de volver en el futuro con su esposo para hospedarse en él.