Holanda seguirá sin Gobierno como mínimo otras tres semanas, tras más de cinco meses de crisis política, según ha comunicado el presidente del partido liberal VVD, Ivo Opstelten, que este jueves ha iniciado su tarea como responsable de las negociaciones para la formación del Ejecutivo.
Opstelten fue designado el miércoles como "informador" por la reina Beatriz después de que se cuestionase la labor de su predecesor, el ex primer ministro Ruud Lubbers, durante una fuerte discusión en el Parlamento holandés.
El líder de los liberales tendrá que estudiar la puesta en marcha rápida de una coalición gubernamental minoritaria entre el VVD y el partido democristiano CDA, apoyada por el antimusulmán PVV, de Geert Wilders.
Las claves a tratar: economía, inmigración y seguridad
En concreto, Opstelten deberá comprobar si estas tres formaciones políticas tienen alguna posibilidad de llegar a un acuerdo sobre las medidas que necesita el país para hacer frente a la crisis económica y a problemas como la inmigración y la seguridad.
Está previsto que el nuevo negociador jefe se reúna este jueves con los líderes de los tres partidos -Mark Rutte (VVD), Maxime Verhagen (CDA) y Geert Wilders (PVV)- para fijar una agenda de trabajo para las próximas semanas.
Asimismo, se entrevistará esta tarde con sus tres antecesores en el cargo: Lubbers, el senador liberal Uri Rosenthal y el líder de los laboristas del PvdA, Jacques Wallage.
Si triunfa este cuarto intento de formar una coalición, se constatará un importante giro hacia la derecha en el Gobierno holandés.
La caída del Ejecutivo se produjo el pasado 20 de febrero por las diferencias sobre la permanencia de las tropas holandesa en Afganistán, lo que obligó a convocar elecciones anticipadas.
La primera fórmula de Gobierno que se intentó sacar adelante sin éxito tras las elecciones fue la combinación entre VVD (principal vencedor de los comicios de junio) y el partido antimusulmán PVV de Geert Wilders (que fue el que más escaños ganó con respecto a las anteriores elecciones).
El reparto de escaños tras las elecciones en Holanda ha sido tan fragmentado que resulta complicado formar una coalición que agrupe una mayoría de los 150 escaños de la Cámara Baja del Parlamento.
El VVD cuenta con 31 escaños, seguido del PvdA (30), el PVV (24) y el CDA (21), mientras que el D66 (liberales de izquierda) y el verde Groenlinks cuentan con diez cada uno.