Más de 12 millones de keniatas tienen en sus manos decidir si se aprueba una nueva constitución. Para ello acudirán durante este miércoles a los más de 27.000 colegios electorales repartidos por todo el país.
Hasta el momento, la jornada electoral transcurre sin incidentes y con una importante presencia policial.
Para evitar cualquier imprevisto, casi 73.000 miembros de los cuerpos de seguridad han sido distribuidos por las ocho provincias de Kenia, mientras que 1.234 observadores electorales son los encargados de vigilar la legalidad del proceso. De todos ellos, unos 200 vigilantes han sido enviados por organismos internacionales.
Se espera una gran expectación para esta votación nacional, la primera tras los ataques posteriores a las elecciones presidenciales de dicimebre de 2007, que acabó con más de 1.300 muertos.
Ya desde primera hora de la mañana, antes de que abrieran los centros de voto a las 06.00 hora local (05.00 hora peninsular española), un gran número de ciudadanos esperaba para ejercer su derecho a voto.
Todo apunta al 'Sí'
El presidente de la comisión electoral, Ahmad Issack Hassan ha asegurado "poder publicar los resultados en 12 horas". Mientras tanto se espera que una mayoría de votantes apoye el nuevo texto, después de la campaña que han hecho los dos principales representantes políticos del país, el presidente Mwai Kibaki y el primer ministro Raila Odinga.
Con su aprobación, la nueva carta magna modernizará la actual constitución, que data de 1963, cuando Kenia se independizó del Reino Unido. Además, esta modificación es necesaria porque en la actualidad el presidente tiene demasiados poderes y se redactó cuando existía un partido político.
por otro lado, con la nueva Constitución se creará un Senado como nueva cámara alta, y se descentraliza la administración, dado que devuelve el poder a las regiones y distritos.
En el lado contrario, el ministro de Educación Superior, William Ruto, y el ex presidente Daniel Arap Moi han sido los máximos defensores del 'No', porque la nueva constitución podría permitir a las autoridades desposeer de sus tierras a los propietarios, un asunto tradicionalmente polémico en el país.
Otors que tampoco están de acuerdo son los grupos cristianos. Estos también rechazan el nuevo texto porque permitiría el aborto cuando peligre la vida de la madre y porque reconoce los tribunales islámicos "kadhi", utilizados por la importante minoría musulmana.
Malas experiencias pasadas
En los últimos comicios presidenciales celebrados en diciembre de 2007, Odinga acusó a Kibaki de haberlos manipulado para ser reelegido. Esto provocó un revuelo entre la población, causando grandes enfrentamientos étnicos, en los que murieron unas 1.300 personas y más de 300.000 resultaro
Entonces, Odinga acusó a Kibaki de haber manipulado los comicios para asegurarse la reelección, lo que originó una ola de violencia étnica y política en gran parte del país.
La crisis finalizó cuando los dos rivales firmaron un acuerdo para formar un gobierno de coalición y avanzar en toda una serie de reformas institucionales, lo que incluía la redacción de una nueva Constitución.