A falta de que concluyan las votaciones en todos los centros de trabajo, los controladores aéreos ultiman la convocatoria de una huelga contra el decreto de ley que regula su jornada laboral, que tendrá lugar en plena temporada alta para el turismo, probablemente a partir del 18 o, en último caso, el 20 de agosto.
Más de 1.800 controladores de 49 centros de control deciden este martes si respaldan la convocatoria y, aunque las votaciones concluyen a media tarde, desde el principal sindicato del sector, la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) estima que la mayoría votará a favor.
“Creemos que saldrá que sí, toda situación es mejor que la actual“
"Aunque nunca se sabe que puede ocurrir, creemos que saldrá que sí, porque cualquier situación es mejor que la que tenemos ahora", ha declarado el portavoz de USCA, Daniel Zamit, que opina que los paros podrían comenzar "para el 18 o el 20 de agosto", dados los plazos necesarios -incluido el preaviso de 10 días- necesarios para formalizar la convocatoria.
Pese a que desde USCA no cierran la puerta al diálogo con Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), de confirmarse la convocatoria, sería la segunda huelga legal de controladores aéreos, tras la convocada en agosto y septiembre de 1988 para reclamar a la Dirección General de Aviación Civil el pago de un complemento denominado de servicios especiales, aunque el colectivo ha llevado a cabo otras protestas en forma de huelgas encubiertas o de celo.
Blanco garantiza el tráfico aéreo
La huelga tendría lugar, además, en plena temporada turística, por lo que el ministro de Fomento, José Blanco, ha insistido este martes en que el Gobierno "va a garantizar el derecho de los ciudadanos a poder disfrutar de sus vacaciones" fijando unos servicios mínimos que garanticen la continuidad del tráfico aéreo.
“Garantizaremos el derecho de los ciudadanos a sus vacaciones“
Blanco, en cualquier caso, ha descartado movilizar a los controladores militares, pese a que algunos ya están siendo formados para asumir labores de control civil en los próximos meses, ya que la huelga sería "legal y legítima, más allá de que no la consideremos ni justa ni justificada".
El titular de Fomento ha señalado que siguen "abiertos a la negociación", asegurando estar dispuesto "a profundizar, acordar y dar respuesta a alguna de las reivindicaciones que plantean los controladores en el marco de la nueva ley".
En este sentido, ha defendido que el nuevo decreto supone una mejora sustancial sobre las condiciones laborales de estos profesionales y ha comentado que tras criticarlo, "ahora exigen que se ponga en funcionamiento lo antes posible".