Olvidado en un sótano de la Universidad de Yale durante 80 años, y atribuido en un principio a la escuela del pintor sevillano, podríamos encontrarnos ante un auténtico Velázquez, La educación de la virgen, un cuadro fechado en 1615-17. De confirmarse, sería uno de los hallazgos artísticos más importantes de los últimos tiempos, porque ultimamente lo habitual no es identificar obras de los grandes genios sino descubrir que las que se les atribuían no son realmente suyas.
Como recoge hoy el periódico El País, el próximo número de la revista Ars Magazine, publicará un completo artículo de John Marcieri, el conservador jefe de arte europeo del museo de bellas artes de San Diego (el autor del hallazgo) quién, tras un detallado análisis del estilo, la técnica y la composición, afirma que se trata de un auténtico Velázquez, lo que supondría el mayor descubrimiento relacionado con el pintor durante el último siglo.
No obstante, todavía faltan por realizar numerosas pruebas en las que habrá que escuchar a expertos de todo el mundo. Hasta entonces el Museo del Prado, máxima autoridad en el pintor, guardará un prudente silencio.
En su blog, Benito Navarrete (asesor científico del Centro de Investigación Diego Velázquez de Sevilla) señala la importancia de este hallazgo, y asegura que "a falta de los estudios técnicos que confirmen la mano de Velázquez, su pincelada y un análisis de pigmentos, hay evidentes pruebas que demuestran su autoría"; y pide un foro científico que permita estudiar la pintura directamente.
La pintura ha sufrido importanes daños durante su peregrinaje faltando, al menos, 25 centímetros de su parte superior, y una cantidad indeterminada de los bordes. Hay zonas afectadas por una potente abrasión y otras en las que la capa de pintura ha desaparecido por completo. Pero la restauración no podrá comenzar hasta que se confirme que se trata de un auténtico Velázquez.
Otros cuadros atribuidos al pintor sevillano
Recientemente Retrato de un hombre, otro cuadro que colgó durante décadas de las paredes del Metropolitan de Nueva York, atribuido a la escuela de Velázquez, fue confirmado finalmente como una obra del pintor sevillano, mientras que El soldado muerto, que se creía de Velázquez, se confirmó como una obra de su escuela.
Con los avances técnicos ya no podemos dar nada por seguro, de tal manera que incluso la National Gallery de Londres dedica su gran exposición veraniega a las obras de su colección que eran falsas o estaban mál atribuidas.